El rojo de Avellaneda cayó por 0-1 ante el Independiente Santa Fé de Colombia. A pesar de las intenciones de protagonizar el partido no jugó nada bien el local. Le atajaron un penal al Ruso Rodríguez. El gol colombiano, corajeada de Balanta.
No sucedió la noche esperada en el Libertadores de América. Independiente perdió con un gol en contra del visitante que lo obliga a ganar sí o sí en una áspera revancha la semana que viene. Un panorama bastante complicado, sobre todo si nos guiamos por lo producido anoche.
El DT Mauricio Pellegrino declaró que hasta el penal –a los 23 minutos del primer tiempo, tras una falta sobre Lucero- era un equipo pero el rojo bajó su nivel luego de malograr la posibilidad de ponerse en ventaja (el arquero Zapata se adelantó un poco y le adivinó el tiro cruzado a su izquierda del Rusito). Se puso nervioso e impreciso Independiente y perdió el rumbo, a pesar de mantener la tenencia del balón.
Mancuello estaba llamado a ser el caudillo que se pusiera el equipo al hombro, pero está muy por debajo de su nivel todavía (viene de 5 meses de inactividad por lesión) salvo en algún que otro tiro libre. El mediocampo no encontraba la manera de asistir a Vera, que se tuvo que tirar unos metros más atrás, ni a Lucero que quedó muy sólo esperando pelotas que nunca llegaban. Se hicieron muy notorias algunas ausencias de un equipo que había mostrado mucha mejoría en cuanto a su fútbol: pero sin Jesús Méndez como motor del equipo ni Cebolla Rodríguez como usina de generación de juego, Independiente llegó debilitado a enfrentar a un equipo muy ordenado como Independiente Santa Fe.
En el segundo tiempo los visitantes fueron ganando la posesión (muchas veces por errores del rojo que por momentos regaló pelotas increíbles) y buscó por la punta izquierda donde Toledo se mostraba poco firme. Por ese lado llegó el gol: una escalada de Balanta que superó en velocidad al marcador, forcejeo en el área y remate al arco, al primer palo que descuidó el Ruso Rodríguez. Era un valiosísimo 1 a 0 para los colombianos.
A pesar de los errores, el arquero local tapó otras dos pelotas de gol. Independiente pudo llegar el empate de los pies de Mancuello (un tiro libre con gran tapada de Zapata, un remate desde lejos desviado) pero lo que no encontraba era el fútbol ante un equipo que le achicó los espacios y se aprovechó del bajón anímico que sufrieron los rojos durante el partido.
La semana que viene Independiente está obligado a convertir en Colombia, al menos para forzar la definición por penales. No es imposible pero deberá mejorar mucho su rendimiento si tiene intenciones de avanzar en esta copa que tanto añora.
