Cuando se habla de “neutralidad de la red”, se refiere a la ausencia de cualquier tipo de prioridad o barreras de acceso a la información que viaja por una red, que es lo que predomina hoy en día en Internet.
Podríamos decir que es el principio por el cual, todo tráfico debe recibir el mismo trato, independientemente del tipo de contenido o de las plataformas. En donde los proveedores de Internet (ISP) no deberían bloquear ni ralentizar intencionadamente ciertas páginas web o servicios. Este principio garantiza, de esta manera, el acceso por igual y sin restricción a toda la red. Asegurando el mismo trato a toda la información digital.
Son principalmente las empresas de telefonía y cable, las que se oponen a este concepto de “neutralidad de la red”, porque quieren que sus contenidos tengan prioridad. Por eso necesitan que los proveedores de internet, den un trato prioritario a sus servicios frente a los demás. Y de esta manera restringir o acelerar a sus clientes la velocidad para acceder a esos contenidos y cobrar por este acceso privilegiado. Es decir que empresas como Verizon, Movistar, podrían priorizar el acceso a ciertos contenidos en desmedro de la competencia.
Por otro lado, empresas como Google, Facebook, etc defienden la llamada “neutralidad” para que sus contenidos puedan “competir libremente” con los demás servicios.
Pero ¿es realmente neutral la red?
La llamada “neutralidad de la red” es algo elemental, que permite también a los pequeños sitios poder tener una velocidad de la misma calidad que los grandes. Sin embargo, eso no debe confundirse con que Internet sea realmente “libre” y “neutral” como lo pintan muchos defensores de la “neutralidad en la red”.
Otras variables como el ancho de banda contratado, el rol que juegan empresas monopólicas como Google o Facebook, la creciente publicidad y posicionamiento en la red y la intervención y espionaje que realizan las agencias de seguridad, hacen que estemos lejos de una red realmente libre y neutral.
La llamada “libertad” o “neutralidad” de la red se parece más bien a la llamada “libertad de mercado”. |