Este lunes tuvo lugar la audiencia imputativa en el marco de la investigación a una presunta asociación delictiva que tiene como principales responsables a efectivos de la sub Comisaría 26 de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Maximiliano Maldonado, jefe de la seccional, fue imputado como jefe de una Asociación ilícita junto a su secretario Carlos Morgan como organizador; y los policías Fernando Acosta y Lucía Nara Rodas como miembros. Asimismo, tres civiles fueron imputados de una segunda asociación ilícita, que además pagaba por protección a los policías implicados.
En la audiencia presidida por la fiscal Vivian O´Connell se ratificó la participación de los efectivos policiales en una asociación destinada a “cometer delitos de manera organizada, haciendo uso de los conocimientos que tienen por la función que ocupan dentro de la Policía de la Provincia de Santa Fe”. La prisión preventiva se determinará en una audiencia que ocurrirá en horas del mediodía de hoy.
El quinto elemento
En tanto, un quinto policía de la seccional 26º, Juan Manuel Lezcano, fue acusado por la fiscal Karina Bartocci y fue imputado por "promover y facilitar la corrupción de menores", ante la irregular presencia de una nena de 13 años en la seccional. Se presume que la joven estaba secuestrada y puesta a disposición de una red de trata, hecho que se determinará en tanto avance la investigación.
La joven se encontraba secuestrada, sin ninguna documentación que acredite su presencia allí y sin ningún registro en los libros de la seccional. Además, declaró haber recibido ofertas de Lezcano para mantener relaciones sexuales con ella. Según su testimonio, Lezcano le dijo que “estaba haciendo muchas cosas” por ella y le preguntó “cómo se lo iba a pagar, insinuándome si yo quería tener relaciones con él”.
La organización y facilitación de la corrupción de mujeres y menores, el regenteo del multimillonario negocio del narcotráfico, la utilización de la extorsión y el abuso, ya no son la punta del iceberg de un entramado de impunidad, sino el cuerpo de una institución estatal que acrecienta su nivel de juego propio, mientras el Estado realiza reformas cosméticas para promover la “depuración”.
El reciente desembarco de fuerzas de la Policía Federal fue festejado con vítores desde el gobierno provincial y nacional, sin embargo, el sinnúmero de aberraciones a las que se encuentra vinculada la policía local y “extranjera” crece.
Los números hablan por sí solos. Tal como denunció La Izquierda Diario, en lo que va de 2015 fueron separados de sus tareas 400 policías, procesados en diversas causas; o en otras palabras, cada 17 horas un policía es pasado a disponibilidad por narcotráfico y otros delitos.
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