Las primeras personas que llegaron a la concentración fueron las compañeras del Tajamar, luego los compañeros del Liceo de Aplicación y del INBA, Manuel Barros Borgoño, entre otros. En total fuimos alrededor de 300 secundarios y secundarias, que al terminar de concentrarnos, a las 12 horas, bajamos a la calle para dirigirnos hacia el MINEDUC. Inmediatamente llegaron Fuerzas Especiales a reprimirnos, golpeando y deteniendo a varios compañeros y compañeras.
Fue horrible la represión que vivimos, la lacrimógena quemaba la piel y los forcejeos para llevarse a estudiantes no paraban. Hubo alrededor de 15 detenidos.
Pero no fuimos los únicos que nos manifestamos contra el SIMCE. El liceo de Aplicación fue tomado por los estudiantes impidiendo que se rindiera la prueba. Por su parte, las 200 compañeras del Tajamar que decidieron cortar calle, no sólo fueron brutalmente golpeadas por carabineros llevándose detenidas a 3 de ellas, sino que también desde la dirección del liceo están amenazando con represalias.
En Concepción, amanecieron dos colegios tomados, el Liceo Enrique Molina y el Colegio República de Brasil. Esto fue acción del Cordón Secundario Rodrigo Cisternas. “Los liceos concentran sus esfuerzos en responder a los estándares y nos hacen ver como un producto. Y nosotros no somos productos, somos seres humanos y nos damos cuenta que la educación debe comenzar con el interés propio, pero el sistema educacional está diseñado para provocar el desinterés”, fue parte de lo que declaró Ricardo Flores, vicepresidente del Centro de Estudiantes del Liceo Enrique Molina y parte del Cordón.
Y en Valparaíso, nuestras compañeras del Liceo Técnico levantaron la campaña de “No más pruebas estandarizadas”, llamando la atención de estudiantes y profesores. Finalmente se coordinaron todos y decidieron que no darían la prueba, y esto apoyado 100% por los profesores. Durante la jornada, se pudieron ver las salas del Liceo Técnico de Valparaíso vacías con la inútil y segregadora prueba sobre las mesas.
Ricardo Paredes, Vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES), dijo que llaman a no rendir el SIMCE y manifestarse en contra solo porque a principio de año el Consejo Nacional de Educación ignoró sus propuestas de eliminar el SIMCE a los segundos básicos y que los resultados sean sólo internos de los colegios. Yo me cuestiono si esto acabará definitivamente con la estandarización y la desigualdad en la educación. Las pruebas estandarizadas deben terminar completamente, son el pilar de la educación de mercado, no combaten la desigualdad social sino que la oculta.
Paredes también señala “esta prueba genera incentivos perversos dado que fortalece la matrícula en la educación privada al obviar que los peores resultados de los colegios públicos, son fruto de la desigualdad social que padecen sus estudiantes, no así de la calidad que si entregan estas instituciones”, y así vemos como la educación pública se ve debilitada, y que es precisamente una política del gobierno de la Nueva Mayoría (del que Paredes como Militante de las Juventudes Comunistas es parte), lo vivimos con las leyes de inclusión que sigue perpetuando el darle ingresos a los privados de colegios particular subvencionados, en vez de darle esta plata a colegios Municipales, que mucha falta les hace.
Y no aceptan que los estudiantes de segundos medios se nieguen a rendir la prueba, anuncian que se evalúa la reprogramación de la aplicación de la prueba en los establecimientos que no la rindieron. No entienden lo que decimos claro: no más SIMCE, no más PSU. Queremos eliminar una de las pruebas que nos impone este sistema de educación. Desde antes del 2011 venimos luchando por cambiar la educación y ahora exigimos que se eliminen las pruebas estandarizadas.
Por eso las y los secundarios de la Agrupación Combativa y Revolucionaria (ACR), levantamos la campaña “No más pruebas estandarizadas” porque queremos eliminar de una vez las pruebas segregadoras, impuestas en el sistema educativo. Como la prueba SIMCE que nos califica como colegios de primera y segunda, aun mas estas estadísticas definen si un colegio obtendrá la famosa subvención de “Excelencia académica”, y sabemos que siempre son los liceos más precarizados, municipales, industriales o técnicos quienes obtienen menores puntajes, esta prueba no busca atacar la desigualdad en los liceos y colegios, al contrario busca encasillar; o la PSU, que es un filtro para quiénes entrarán a la universidad, a cuáles o a qué carrera, donde lo que se mide no es la capacidad de cada estudiante sino el extracto socioeconómico del que viene o la capacidad material del liceo de entregar herramientas necesarias.
Para acabar de verdad con la precariedad en la educación, luchamos por la educación 100% gratuita para todas y todos, financiada por el estado bajo aportes basales que entregue los recursos que realmente necesita un colegio, y no con subvenciones por estudiantes. Sin subsidio a los privados de la educación. Donde todas y todos, docentes, estudiantes y funcionarios podamos decidir sobre lo que se hace y no en nuestro lugar de estudio, con un consejo escolar resolutivo que determine el rumbo que tomen las decisiones del establecimiento y que estas no caigan en un director asignado por la municipalidad o dueño del colegio. |