El FIT logró crecer más de 30 mil votos con respecto a las PASO en la categoría diputado nacional en el marco de una difícil elección ejecutiva. Cambiemos obtuvo un amplio triunfo y se profundiza la crisis del pejotismo mendocino que perdió 7 elecciones consecutivas. Importantes desafíos para la izquierda, los trabajadores, las mujeres y los jóvenes que la respaldan.
En una elección en la que la estrella fue la demagogia de los candidatos de los partidos patronales, el Frente Cambiemos encabezado por Mauricio Macri y Julio Cobos logró un amplio triunfo con poco más del 41% de los votos. El FIT obtuvo más de 120 mil votos en la categoría diputado nacional donde teníamos expectativas de entrar al Congreso, aunque no alcanzó nos consolidamos como tercera fuerza de la provincia. En cuanto a la elección presidencial en la que Nicolás del Caño era candidato se demostró que el FIT tiene un piso estable superior al 7% de los votos, hecho que se ratificó a lo largo de todas las elecciones del año logrando picos de hasta 17 puntos como fue el caso de la elección a intendente de la ciudad de Mendoza. Esto evidenció el importante apoyo recibido entre los jóvenes, los trabajadores y las mujeres.
Esta importante votación del Frente de Izquierda es la confirmación de una continuidad como fuerza política que expresa los intereses de los sectores más explotados de la sociedad mendocina. A lo largo de la campaña fuimos la única lista que planteó claramente la defensa de esos sectores y la denuncia a la megaminería, las redes de trata y diversos flagelos que sufren el pueblo trabajador. Por otro lado, la elección encontró al pejotismo dividido en dos fracciones representadas una por la “opción K” expresada en el FpV que obtuvo el 29,93% de los votos y la otra por la opción no K del Frente Renovador que logró el 12,86% de los votos. Si sumamos linealmente, juntos hubieran podido ganar la elección con casi el 43% de los sufragios, sin embargo este año perdieron 7 elecciones consecutivas, entre ellas la que le permitió al radical-pro, Alfredo Cornejo, ser gobernador electo de Mendoza.
En el medio periodístico mendocino sostienen que es hora de barajar y dar de nuevo dentro del PJ local. Algunos analistas intentaron cuestionar el lugar logrado por el FIT como tercera fuerza de la provincia colocando al Frente Renovador como lo nuevo. De este modo esconden en primer lugar que el massismo no cuenta con ninguna estructura seria. Para poder fiscalizar la elección recurrieron a la burocracia del Sindicato de Comercio liderada por Pereyra y hoy es dudosa la continuidad postelectoral del massismo mendocino al no haber logrado ningún cargo. Más de 122 mil mendocinas y mendocinos le dieron la espalda a lo viejo.
La militancia del FIT, sus simpatizantes y votantes desplegamos una intensa y extensa campaña electoral. Además de organizar 7 operativos de fiscalización con voluntarios que elección tras elección fueron los encargados de garantizar que no nos falte la boleta en ningún cuarto oscuro. Cuatro de esos operativos abarcaron toda la provincia cubriendo la totalidad de las escuelas. Además repartimos las propuestas y la boleta del FIT casa por casa, instalamos cientos de puntos de difusión en toda la provincia y a nuestros candidatos. Visité junto a ellos varias veces los departamentos mendocinos escuchando los problemas de los trabajadores y planteando la alternativa del FIT, ante el ajuste que se viene.
Es el momento de organizar todo el apoyo político recibido en una fuerza social que se pueda constituir en las fábricas, las universidades, los colegios y terciarios de la provincia para poder enfrentar los planes de ajuste que se vienen, como ya lo demostró el gobernador electo, Cornejo aplicando un aumento del 5% a las tasas municipales, antes de dejar en manos de su sucesor la intendencia que ocupa y abriendo las puertas para que ese incremento llegue al 40%. Un enorme desafío el que tiene por delante la Izquierda trotskista que se consolida en Mendoza y todo el país. |