La mesa directiva nacional del PS confirmó en el día de ayer que "no apoyará las candidaturas presidenciales ni de Mauricio Macri, ni de Daniel Scioli" en el balotaje porque, aseguraron, ambos están muy lejos de sus "ideas progresistas" y su propuesta programática en términos económicos, sociales y políticos".
De esta manera, el PS es el único partido dentro del Frente Progresista que gobierna Santa Fe que no se pronuncia por un candidato para la segunda vuelta. En cambio, la UCR, la Coalición Cívica y el GEN expresaron su apoyo, a distintos niveles, a Mauricio Macri.
Interrogado sobre qué significa concretamente dicha postura el diputado y ex candidato al Parlasur, Juan Carlos Zabalza, remarcó: "No vamos a apoyar a ninguno de los candidatos a presidente. Esto significa, obviamente, que el voto será en blanco, pero no trabajaremos políticamente la idea de hacer campaña por el voto en blanco", afirmó.
Además, la declaración de la Mesa Directiva del PS reconoció que el frente Progresistas no pudo ser "el instrumento de una voluntad de cambio que reciba el apoyo mayoritario de la sociedad argentina". Recordemos que la fórmula de Progresistas, encabezada por Margarita Stolbizer, bajó su caudal de votos desde las PASO a las generales quedando como quinta fuerza, por detrás del Frente de Izquierda de Nicolás del Caño. Llamativamente, la misma misiva utiliza el término “izquierda”, algo completamente inusual para esta fuerza política: “Esto nos debe llevar a una reflexión como socialistas acerca de nuestros aciertos y de nuestros errores, y a seguir trabajando en la reconstrucción de una alternativa de izquierda democrática que cuente con el respaldo de sectores más amplios de la ciudadanía”.
Los motivos de la decisión
La decisión del PS puede parecer sorpresiva a primera vista, pero está relacionada con la crisis que atraviesa esta fuerza política luego de la mala elección de Stolbizer y de la derrota de Hermes Binner en su bastión santafesino. Por primera vez en las últimas dos décadas, el PS no obtuvo ningún cargo en una elección legislativa. Binner quedó afuera del Senado al salir cuarta fuerza y en la lista de diputados solo ingresó un radical que está con Mauricio Macri.
En este contexto, la decisión de apoyar a uno u otro candidato probablemente hubiera llevado a la división del partido. El ala del PS alejada de la gestión santafesina tiende permanentemente a pactos con la oposición de patronal, desde su ferviente ubicación antichavista y admiradora de Capriles, hasta el reciente llamado de Binner a cortar boleta en Santa Fe, un apoyo encubierto a Cambiemos que le permitió a Macri ganar la provincia.
Por otro lado, el ala del PS que está actualmente en la gestión santafesina tiende a negociar y acordar con el gobierno nacional como forma de obtener recursos y garantizar la gobernabilidad de una provincia azuzada por la desigualdad social y la burda complicidad gubernamental con la narcopolicía. En este sentido, deben leerse las dos militarizaciones de Rosario a manos de las fuerzas federales conducidas por Sergio Berni.
En esta sintonía, el gobernador Antonio Bonfatti declaró en mayo de este año que apoyaría a Scioli en una eventual segunda vuelta y días después tuvo que retractarse dando cuenta de las resistencias existentes en su propio partido. El lunes, consultado por medios locales, Bonfatti sugirió que estaba más cerca de Scioli que de Macri pero afirmó que se subordinaría a la decisión orgánica de la mesa directiva. Claro está que, si cambiara el signo del gobierno nacional, esta misma ala de gestión, que pasará a manos de Lifschitz en diciembre, no tendrá inconvenientes en acordar con quien ocupe el sillón de la Rosada. Un motivo más para “desensillar hasta que aclare” y no apoyar a ningún candidato por el momento.
Esto es lo que explica que el PS se abstenga de apoyar a algún candidato pero renuncia a enfrentarlos haciendo una campaña activa por el voto en blanco. En última instancia, el PS no quiere dejar la puerta abierta para pactar con el gobierno que venga. La grave situación de Paraná Metal, atravesando su cierre final a manos del empresario K Cristobal López, mientras el gobierno provincial no hace una sola declaración, ya es signo suficiente de que los intereses del PS no son deslegitimar a los candidatos del ajuste sino más bien no enemistarse con ninguno de los dos. |