En un país donde a diario hay asesinatos y desapariciones producto de la violencia desatada por la guerra contra el narcotráfico vale la pena detenerse a analizar estas propuestas.
En los últimos años han sido varios los países que han optado por legalizar la mariguana. Incluso en distintos estados de Estados Unidos se ha aprobado la utilización del cannabis para fines medicinales. En México son muchas las voces que se alzan para exigir la legalización de ésta, desde el ex presidente Vicente Fox –que claramente ve esta posibilidad como una oportunidad de negocio– hasta sectores de la intelectualidad progresista. Los socialistas tenemos también una visión al respecto de este tema, planteamos la necesidad de la legalización de la mariguana –y de otras drogas– pero bajo parámetros muy distintos.
El consumo de mariguana y la criminalización de la juventud
La guerra contra el narco que comenzó el ex presidente Felipe Calderón y que ha continuado Peña Nieto, es claramente una política impuesta desde la Casa Blanca que busca generar un clima de violencia que inhiba la protesta social y la organización, mientras se reconfigura la estructura productiva del país acorde con los intereses del gran capital. En este país, la militarización ha traído fenómenos monstruosos como la violación masiva de derechos humanos por parte del ejército, desapariciones en todo el país y un aumento alarmante del feminicidio.
En este marco la juventud, sin oportunidad de empleo digno y estable y con el masivo rechazo que sufren cientos de miles de jóvenes con ganas de estudiar año tras año, es uno de los sectores más golpeados, al tiempo que el Estado criminaliza a la juventud, que sufre el acoso de la policías y otras fuerzas represivas no sólo cuando luchan –como sucedió con la represión a los normalistas de Ayotzinapa- sino también por su forma de vestir o divertirse. Los agentes realizan revisiones “de rutina” –donde en ocasiones es la misma policía la que “siembra” la droga.
El narcotráfico y la legalización
Diversos analistas señalan que el trafico ilegal de mariguana provee al narcotráfico de cerca del 50 por ciento de sus recursos. Sin embargo, si bien la legalización de ésta permitiría reducir el flujo de dinero a los capos y a sus redes (cuyas ganancias elevadas devienen del carácter ilegal del producto), para atacar realmente a los carteles del narcotráfico hace falta ir mucho más allá.
En primer lugar, expropiar las cuentas bancarias de los narcotraficantes. También es necesario acabar con el “secreto bancario” que únicamente beneficia a la burguesía y a los políticos corruptos y poder observar toda la red de lavado de dinero que permea el sistema financiero mexicano. Claramente esto permitiría observar la complicidad de grandes empresarios y de políticos de todos los partidos y órdenes de gobierno con el narcotráfico, cuestión ya evidenciada con la masacre de Iguala, que reveló los nexos del gobierno del estado de Guerrero con distintos carteles del narcotráfico.
El millonario negocio del narcotráfico, de la mano de la narcoguerra y la militarización, se ha intensificado enormemente como resultado de la política dictada desde Washington. La subordinación imperialista ha dado un salto en el terreno económico con la aprobación de las Reformas Estructurales y el Acuerdo Transpacífico al tiempo que en la política implementada en materia de seguridad se siguen al pie de la letra los dictados de la Casa Blanca. Lo anterior lejos de haber “frenado” el tráfico de drogas a Estados Unidos o afectado realmente a los carteles de narcos, ha provocado más de 120 mil muertes y decenas de miles de desaparecidos.
El derecho a decidir sobre el propio cuerpo
Los socialistas del MTS estamos por la despenalización de todas las drogas: el Estado no debe decidir sobre nuestros cuerpos. En este sentido nos parece que la legalización de la mariguana sería un avance en el terreno democrático. Además de que en cuanto al uso médico de esta planta está científicamente comprobado que ayuda a pacientes de quimioterapias así como a enfermos de glaucoma y parkinson. Otros usos medicinales de la mariguana no se han podido investigar debido a su prohibición.
De la misma forma que la despenalización del aborto se exige de la mano de extender masivamente la educación sexual en las escuelas y de suministrar anticonceptivos gratuitos, la legalización de la mariguana y de otras drogas tendría que ir acompañada de intensas campañas educativas que expliquen objetivamente los efectos de éstas y que, en el caso específico de drogas que lo ameriten, dé tratamientos específicos para consumidores frecuentes. La prohibición y la estigmatización únicamente contribuyen al consumo de sustancias sin ningún control de calidad, y le dan armas al Estado para criminalizar y reprimir a los jóvenes.
Para que la legalización no se transforme en un nuevo negocio capitalista, el Estado tendría que controlar la producción y distribución de la droga, controlando la calidad de ésta y generando condiciones de trabajo dignas para los trabajadores agrícolas.
Los socialistas recogemos las demandas democráticas que signifiquen avances en acabar con la criminalización a los jóvenes, como lo es la despenalización de la mariguana y de otras drogas, en el camino por superar esta sociedad de explotación y conquistar una sociedad donde la riqueza social sea apropiada por el pueblo trabajador que es quien la genera. | 
