Eurostat estimó que los precios al consumidor en los 19 países que comparten el euro se mantuvieron sin cambios este mes frente a niveles de un año atrás, después de caer un 0,1 por ciento interanual en septiembre.
El factor principal que impidió que el precio general subiera fue la energía, cuyo costo fue un 8,7 por ciento menor este mes que hace un año. Los alimentos no procesados, en tanto, fueron un 3,0 por ciento más caros.
Sin considerar esos dos elementos volátiles, la medida inflacionaria que el BCE llama inflación subyacente fue de 0,9 por ciento en octubre, más que el avance revisado a la baja de 0,8 por ciento en septiembre.
Para medir la inflación subyacente, algunos economistas también observan la misma medida, pero sin los precios del alcohol y el tabaco. Esa medición también subió un 1,0 por ciento interanual en octubre, frente a un 0,9 por ciento en los 12 meses hasta septiembre.
El BCE quiere mantener la inflación por debajo, pero cerca de un 2 por ciento a mediano plazo y en marzo lanzó un programa gubernamental de compras de bonos para inyectar dinero a la economía de la zona euro y acelerar de esa manera los precios, que ahora están contenidos por el crecimiento económico débil y la energía muy barata.
El BCE, preocupado de que su plan de compras de bonos no tenga los efectos deseados lo suficientemente rápido, ha señalado que podría dar a conocer nuevas medidas de estímulo en su reunión de política monetaria de diciembre.
Fuente: Reuters |