Los padres de Layla Sainz Fernández, la chica de 13 años que desapareció el 22 de octubre pasado a la salida del Normal 4, pidieron este viernes por la mañana en los tribunales de Comodoro Py ser querellantes en la causa de su hija, reclamaron celeridad en la investigación y denunciaron haber recibido amenazas para abandonar la búsqueda. "Venimos hoy a la Justicia para pedir que se investigue, no se puede esperar ocho días para hacer una búsqueda, queremos que nos den una respuesta sobre mi hija", denunció Sergio Sainz, el papá de Layla.
Los familiares de Layla estuvieron acompañados por legisladores, entre ellos Patricio Del Corro del PTS-FIT y Gustavo Vera de Bien Común; y docentes del sindicato docente Ademys y de la oposición en UTE. Del Corro señaló "denunciamos que es inaceptable que a una semana de su desaparición no tengamos todavía resultados, dada la enorme cantidad de datos que aportaron maestros, vecinos y los propios familiares”. Luego la familia, junto a docentes y vecinos, convocaron a un corte en la rotonda de Perito Moreno y Varela para este sábado 31 a las 16 hs.
Al mediodía del viernes pasado las y los docentes y estudiantes de la escuela de Layla, Normal 4, realizaron un segundo corte, con importante repercusión mediática. Para este lunes 2 de noviembre a las 12 hs convocan, junto a la familia, a una nueva concentración frente a las puertas de la escuela en Rivadavia y Acoyte, bajo el lema: ¡Basta de perseguir, amenazar y desaparecer a nuestras pibas!
Por su parte la justicia debería estar investigando desde hace meses. La primera denuncia por un caso con un modus operandi similar fue realizada el 2 de septiembre en la Fiscalía 3 de la Ciudad de Bs. As. Luego se sumaron otras más por acoso y amenazas vía Facebook, pero tuvieron que pasar prácticamente dos meses, que desapareciera Layla y saliera todo en los medios para que respondieran. Pese la gravedad del caso y la acumulación de pruebas, la policía y la justicia intervinientes, comisaría 34 y Fiscalía 2, siguieron mostrando su machismo y xenofobia afirmando: "seguro que se fue con el novio" o "mirá las fotos provocativas que publica en Facebook". Además, intentaron desmovilizar diciendo que "así entorpecerían la investigación" mientras son ellos, trabando las causas, los que garantizan el funcionamiento de las redes mafiosas. La experiencia marca que en estos casos sólo la respuesta rápida, la organización y la movilización en las calles pueden hacer que Layla aparezca y se encuentren a todos los culpables.
El de Layla no es un caso aislado, ni el primero que ocurre en el barrio. Existen antecedentes en el Bajo Flores de varios casos de secuestros de chicas en años anteriores. Lamentablemente esta situación está naturalizada en el marco de una mayor opresión que viven por su condición de mujeres, pobres, inmigrantes y “villeras”. El miedo y el maltrato que sufren las que llegan a hacer las denuncias en las comisarías y/o fiscalías hacen que muchas veces decidan no seguirlas, o directamente no hacerlas. Todo esto garantiza un marco de impunidad para el funcionamiento de estas mafias.
Este año, lo que ha avanzado es una modalidad específica de captación vía Internet. Hace algunos meses docentes y organizaciones barriales vienen levantando la alerta sobre casos de acoso y amenazas vía Facebook a niñas de la villa 1-11-14. Con perfiles falsos y amenazas sustentadas en fotos de sus casas o familias presionan a las nenas para que les envíen fotos o videos eróticos, o se encuentren con ellos. No es casual que estas redes mafiosas funcionen en los barrios pobres. La violencia hacia las mujeres, inherente a nuestra sociedad machista, se suma a la larga cadena de violencias propias del capitalismo que son la falta de vivienda, la precarización y explotación laboral, el vaciamiento de los centros de salud y las escuelas públicas, así como la violencia de las fuerzas de seguridad que persiguen a los jóvenes, mientras son ellos los cómplices de las mafias.
Ni Macri, ni el Gobierno Nacional dan respuestas a estas problemáticas. Luego de 5 años de la creación de la policía Metropolitana y de 4 años de iniciado el operativo Cordón Sur con la Gendarmería Nacional el narcotráfico y las redes de trata siguen en pleno auge. En los últimos 20 años desaparecieron por lo menos 3.231 mujeres en la Argentina, en su mayoría de entre 12 y 18 años de edad. Es hora de decir basta, no podemos confiar ni en la policía ni en la justicia, sólo la movilización independiente puede cambiar esta realidad. Hace pocos meses con miles de mujeres nos movilizamos el 3 de junio por el #NiUnaMenos y hace pocas semanas se repitió el grito de “Basta de femicidios” en el Encuentro Nacional de Mujeres. Queremos el desmantelamiento inmediato de las redes de trata y ¡Que aparezca Layla ya! |
