El jueves pasado en Tucumán, casi en simultáneo al discurso de Cristina Fernández de Kirchner, Daniel Scioli participó de una reunión con algunos gobernadores. Lo que diversos medios definieron como el lanzamiento del último tramo de la campaña previo al balotaje sirvió para que el candidato oficialista manifieste lo que el definió como “cuatro puntos clave”: garantizar el 82 % móvil para las jubilaciones mínimas, sostener el piso de Ganancias en los sueldos de más de $ 30.000, "eliminar las retenciones a las economías regionales y rever las retenciones a la soja" y "aumentar la logística y tecnología para reforzar las fronteras y las fuerzas federales".
Según el candidato del Frente por la Victoria el 82 % móvil se aplicaría a partir del 1° de enero, en el caso de resultar electo. En realidad, el “beneficio” tomaría como base el salario mínimo vital y móvil, de esta forma la jubilación mínima pasara de $ 4.300 a $ 4.969, muy por debajo de la canasta básica familiar. Hace tan solo tres semanas atrás uno de los principales portavoces de Scioli, el titular de la ANSES, Diego Bossio había prometido la devolución del IVA a los jubilados que ganan la mínima, argumentando que de esa forma se superaría el 82 % del salario mínimo. Con la promesa de Bossio más de 5,3 millones de jubilados tendrían la “fortuna” de cobrar $ 31 más que los propuestos por Scioli con el nuevo proyecto! El motonauta se ocupó de aclarar ayer que su “generoso” 82 % móvil dejaría sin efecto la propuesta hecha por el titular de la ANSES.
A partir de la liquidación de las AFJP la ANSES pasó a administrar el conjunto de los fondos del sistema previsional contando con un holgado superávit, a su vez se elevó la jubilación mínima y amplió la cantidad de beneficiarios. Esto fue presentado por el gobierno como lo máximo a lo que se podría aspirar, argumentando que de otra manera se desfinanciaría el sistema previsional.
La existencia de miles de jubilados que cobran menos de la mitad de la canasta familiar es la consecuencia de un sistema previsional que a comienzos de los años 90 contaba con aportes patronales del 33 %. Los mismos a lo largo del gobierno de Menem fueron reducidos, siendo actualmente del 23,7 %. Sin embargo como los empresarios cuentan con regímenes especiales y programas que los benefician para incentivar el registro de empleados promedian un 13,3 % efectivo sobre la masa salarial.
El anuncio realizado por Daniel Scioli coincide con la propuesta realizada por la oposición que Cristina Fernández de Kirchner vetó hace cinco años. El mismo veto que reivindicó el jueves en la Casa Rosada.
La restitución de las contribuciones patronales y la eliminación de estos beneficios, permitiría pagar el 82 % móvil acorde a la verdadera canasta familiar, considerando el salario real de los trabajadores activos en cada rama.
En medio de la campaña electoral, los políticos patronales usarán las necesidades de los trabajadores, las mujeres y la juventud como promesas de campaña, como ya se vio ayer con las declaraciones de Gabriela Michetti acerca del matrimonio entre personas del mismo sexo. Desde el Frente de Izquierda llamamos a que los trabajadores le den la espalda a Scioli y Macri y que en el balotaje del 22 de noviembre voten en blanco. |