La aparición de Cristina Kirchner en los patios de la Casa Rosada para encolumnar a la militancia kirchnerista hacia la “patriada” por (el “innombrado”) “Daniel Scioli presidente” tuvo ayer sus primeros frutos. El líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, congregó, a un grupo de intendentes en Berazategui para re impulsar la campaña. El intendente de ese municipio, Juan Patricio Mussi, fue el anfitrión de la jornada, quien estuvo junto a su padre, el ex duhaldista e histórico barón del conurbano, Juan José Mussi. Se hicieron presentes, además, Eduardo Bali Bucca, intendente de Bolívar; Juan Pablo Anghileri de General Rodríguez; Francisco Paco Durañona de San Antonio de Areco, Francisco Echarren de Castelli, Juan Pablo De Jesús del Partido de la Costa y Hernán Y Zurieta de Punta Indio. También, los mandatarios locales electos Leonardo Nardini de Malvinas Argentinas, Juan Zabaleta de Hurlingham y de Mercedes, Juan Ignacio Ustarroz.
El tembladeral sufrido el 25 de octubre por el Frente para la Victoria a nivel nacional y particularmente en la provincia de Buenos Aires, dejó a La Cámpora, como una de las derrotadas de la elección. Pocos días atrás, en la asunción de Walter Festa en Moreno, uno de los pocos intendentes que la organización conquistó en el conurbano, la juventud había cargado duro culpando a Scioli y al pejotismo de los resultados. Entre los que acudieron a la cita en Berazategui estuvo el grupo conocido como Los Oktubres. Fundado a principios de 2014, todos sub 45, son intendentes que se postulan como una especie de “renovación” en el ancho territorio bonaerense. Responden al kirchnerismo y en su mayoría militaron para Julián Domínguez en las PASO, el rival, del gran fracasado de la elección, Aníbal Fernández. Máximo abandonó el resentido discurso de Moreno y obediente les dijo a los presentes que el único objetivo es la victoria de Scioli y que no hay lugar para especulaciones: "Todo lo contrario, se va a dejar todo para que gane Scioli; incluso los intendentes que perdieron con Cambiemos también están a disposición y enchufados para ganar". La tregua declarada no implica sin embargo que no corra subterránea a la espera de lo que suceda el 22 de noviembre.
Bien lejos de Berazategui, se dieron cita en la Plaza de los Dos Congresos el Movimiento Evita, el Frente Transversal y MILES, que también relanzaron la campaña. En el evento, llamado por los organizadores “Cabildo de la militancia”, se pudo ver, entre otros, a Jorge Taiana y a Fernando “Chino” Navarro (Movimiento Evita), a Luis D’elía (MILES) y a Edgardo De Petris (Frente Transversal). Tal como recomendó Cristina los oradores arengaron a los militantes a ir “casa por casa” con el fin de ganar votos contra CAMBIEMOS. Macri significa "la vuelta a los ’90" y "una salvaje devaluación, desocupación y pobreza" repitieron los allí reunidos. Dejando de lado cualquier veleidad progresista hasta se animaron a plantear, en palabras de Taiana, que “(…) votar a Scioli es votar por un proyecto de soberanía nacional y de justicia social". Ni siquiera tuvieron críticas para el reaccionario gabinete presentado por el ex menemista Daniel Scioli. Sí, por supuesto, hacia la izquierda que llamó a votar en blanco. Un gabinete que incluye a represores declarados como Sergio Berni y el “sheriff” Alejandro Granados, a funcionarios que negociaron a favor de la multinacional Gestamp y Lear dejando a familias en la calle como Oscar Cuartango para el ministerio de Trabajo y a una enemiga declarada de los docentes y estatales bonaerenses como la fiscalista Silvia Batakis para la cartera de Economía, no sólo habla de cómo piensa gobernar Scioli. Desnuda muy bien el respeto que tienen hacia la “soberanía nacional” y la “justicia social” las agrupaciones que se reunieron en la Plaza de los Dos Congresos.
Tienen sus motivos. El recientemente electo diputado nacional por el Parlasur, Jorge Taiana, había sido uno de los hombres que el Movimiento Evita propuso a Cristina como “presidenciable” para competir en las PASO del FpV. Taiana fue rápidamente “bajado” por la organización cuando Cristina se decidió a postular a Florencio Randazzo, el posteriormente despostulado en el famoso “baño de humildad” que terminó en la candidatura única del ex menemista. Al Movimiento Evita le duró poco el desengaño y fueron de los primeros en dar el visto bueno al bonaerense. "Nosotros no decimos que el candidato es el proyecto. Nuestro candidato es Scioli", enfatizaba Navarro, en contraposición a otras agrupaciones kirchneristas. La buena relación de Scioli con el Evita, viene de larga data y es de destacar, sobre todo, si se la compara con la que el sciolismo mantiene con La Cámpora. En este año hubo varias reuniones y hasta un acto que terminó de plasmar el romance, donde participaron además del Evita, el Frente Transversal, MILES y la Tupac Amaru de Milagro Sala. En ese acto realizado en julio pasado, Scioli les hizo una promesa y anunció que si llegaba a la Rosada crearía un ministerio de la Economía Popular. El Evita apuesta a ubicar en esa cartera a Javier Ruiz que ya dirige la Secretaría de Participación Ciudadana de la provincia de Buenos Aires.
El Movimiento Evita se aleja de La Cámpora a quien reprocha sus críticas al candidato presidencial. Los medios vienen dejando trascender que la organización de Emilio Pérsico y Fernando Navarro se habría peleado con la organización de Máximo por no haber participado del bunker de campaña sciolista el 25 de octubre. Así las cosas, parecen haber convertido en más sciolistas que la propia tropa pejotista del mandatario bonaerense. |
