Foto: EFE/ JJ Guillén
Cientos de miles de mujeres, acompañadas por muchos varones, recorrieron las calles de Madrid contra las violencias machistas y para recordar a las mujeres víctimas feminicidios, en una manifestación histórica.
La marcha fue convocada por el movimiento feminista y a ella se han sumado partidos políticos, sindicatos y una multitud de organizaciones y colectivos sociales, además de asociaciones de mujeres.
El Paseo del Prado, donde se inició la marcha, estaba desbordado desde la mañana por miles de personas con camisetas moradas, en solidaridad con las mujeres asesinadas, cuyo dolor fue escenificado en una performance (Women in Black) en la que han participado alrededor de 300 mujeres.
Con sus siluetas de luto riguroso, tumbadas en el suelo y el contorno de cada ’cadáver’ pintado con una tiza gruesa han querido recordar a las 1.378 mujeres asesinadas en España por feminicidios desde 1995.
La marcha se viene preparando desde febrero de este mismo año, la iniciativa surgió des de la Coordinadora Feminista de Valencia. Más de 400 organizaciones adhirieron a la iniciativa, entre colectivos feministas, sindicatos y otros movimientos sociales tanto a nivel estatal como internacional.
La convocatoria ha tenido un impacto muy potente, que también se ha expresado en las redes sociales con muchísimas campañas de apoyo. La repercusión también ha llegado a nivel internacional, y en varias ciudades de Europa y Latinoamérica se realizaron concentraciones en los consulados y embajadas españolas.
Son más de 100 los consistorios como el de Madrid, Barcelona y Sevilla que aprobaron una moción de apoyo a la Marcha en la que establecen distintas compromisos para hacer frente a la violencia machista, así como para mejorar la financiación de los servicios hacia las mujeres.
El PP y Ciudadanos, como era de esperarse, se negaron a dar apoyo y ha sido muy criticado por todo el movimiento feminista. Tal y como afirmaron las organizadoras de la movilización “no apoyan, en Madrid el PP estaba en contra de la Marcha del sábado”, y “Ciudadanos presenta su programa electoral el mismo día de la Marcha sabiendo que previamente estaba programado para ese día”. Algo que no puede sorprender de parte de dos partidos conservadores de derecha, que hacen gala de un pronunciado machismo, homofobia y defensa del patriarcado.
En cambio sí se han sumado partidos políticos como Podemos, Izquierda Unida o el mismo PSOE. Sin embargo, no podemos obviar que partidos como el PSOE tienen responsabilidad en las políticas de ajuste y reformas laborales que agravan la desigualdad hacia las mujeres. En medio de la campaña electoral hacia el 20D han salido a dar su apoyo a la marcha.
Una de las principales premisas de la protesta era que “las violencias machistas sean consideradas cuestión de Estado”. Entre otras reivindicaciones está la necesidad de cambiar la Ley 1/2004 que es completamente insuficiente, ya que no contempla muchas de las formas de violencia existentes contra las mujeres.
También critican fuertemente al Gobierno ante los últimos recortes en los servicios contra la violencia de género ’ la acción frente a las políticas de igualdad del Gobierno es un suspenso, muchos manifiestan estar en contra de la violencia de género, pero luego hacen recortes del 26%"’ así como que se haya limitado el derecho al aborto para las menores de edad.
Solo en este año ya se produjeron casi 100 feminicidios, después de un ’verano negro’ en el que casi 40 mujeres fueron asesinadas solo en tres meses. Una cifra escalofriante que tal y como se afirma en el manifiesto de la marcha “sólo es la punta del iceberg”. Es decir, la consecuencia más terrible de una larga cadena de múltiples formas de opresión hacia las mujeres de las que se nutre la alianza capitalista y patriarcal.
Con la actual Crisis económica, la violencia hacia las mujeres se ha profundizado. No solo se recortaron en servicios especializados contra la violencia de género, sino también en sanidad, educación y otros servicios públicos, así como en ayudas familiares y en materia de cuidados, afectando más gravemente a las mujeres. De la misma manera, con la actual reforma laboral, aumenta la brecha salarial, el desempleo y la precariedad laboral femenina. Una situación que muestra no solo la pasividad del Estado ante la gravedad del aumento de la violencia machista, sino una complicidad y responsabilidad cada vez más evidente. |