En su último mes de mandato, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner estaría ultimando los detalles para la compra de aviones Kfir Block 60. El Ejecutivo quiere cerrar la compra millonaria antes de la asunción del nuevo presidente. Los Kfir reemplazarían a los Mirage III, que el 3 de septiembre dejaron de estar operativos.
Según trascendió en varios medios la compra sería de catorce aviones y el costo total estaría en los 360 millones de dólares. Una delegación de la empresa estatal Israel Aeroespace Industries (IAI) habría llegado al país para cerrar el acuerdo con el Ministerio de Defensa.
El primer avión llegaría al país en veinte meses. De esta forma el pago del contrato recaerá en la próxima gestión, sea de Scioli o de Macri.
En las próximas horas se estaría firmando un compromiso con la empresa estatal israelí, que incluye la comercialización de 30 jets entrenadores Pampa III, desarrollados en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA).
Kfir (que en hebreo significa “cachorro de león”) C-10 Block 60, es un avión de combate multipropósito supersónico. Su diseño está basado en la estructura del avión de combate IAI Nesher, el cual es a su vez desarrollo del Dassault Mirage 5, gracias a la labor de espionaje industrial realizada por el Mossad, el servicio de inteligencia del temerario Estado de Israel.
Pero lo curioso de este negocio encarado por el gobierno argentino es que tanto en Israel como en Estados Unidos los aviones Kfir ya dejaron de ser utilizados. Uno de los pocos países del mundo que los utiliza en la actualidad es Colombia y allí, en el transcurso de 2015, estas naves presentaron muchos problemas operativos. Al menos diez pilotos colombianos dijeron que colgarían los cascos en reclamo de la baja de ese tipo de máquinas.
Este sería un nuevo negociado con países que forman parte del entramado imperielista. Se pueden recordar, en este sentido, la pésima compra realizada por Macri al Metro de Madrid de coches usados o la sobrefacturada compra que el gobierno de Cristina hizo de vagones chinos tras el crimen social de Once de 2012.
Los estados y las empresas de Estados Unidos, Israel, España o China siguen colmando sus abultados bolsillos gracias a la complicidad cínica del gobierno nacional y del de la Ciudad de Buenos Aires. Y a su vez siguen llegando al país tecnologías y armamentos que, bajo la excusa de mejorar la “defensa nacional”, como demuestra la historia terminan siendo siempre utilizados para mil y un ataques internos contra el pueblo trabajador. |