En la zona metropolitana, corazón de la vida política y uno de los principales centros de flujos de capitales uno de los mayores problemas es la movilidad.
El transporte de personas en la ciudad está en su mayoría colapsado y es insuficiente para las personas que día a día viajan en él, quienes son víctimas de sus malas condiciones. Esto aunado a otros problemas relacionado con la inseguridad y corrupción en el transporte, sin mencionar el alto precio que este implica si tomamos como referente las condiciones salariales de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras que lo usan.
Hace apenas unos días el director del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC-M), Jorge Gaviño Ambriz, hizo mención de que pese al aumento ya de la tarifa del boleto del metro que dio como resultado un precio de 5 pesos, este era insuficiente para mantener los gastos, tanto de operación como de mantenimiento. Sin embargo, también descartó el aumento a la tarifa de manera generalizada, de ahí que hizo un llamado a los diputados locales para que legislen “en beneficio del STC-M” asignado mayores recursos para la operación y buscando además nuevos subsidios con otros órganos.
Los partidos que no nos representan
A las declaraciones de Gaviño se sumaron inmediatamente las posiciones de algunos partidos como fue el caso de Raúl Flores, presidente del PRD en el DF, quien con un discurso profundamente de derecha dijo que él “propone un aumento a la tarifa para todos los usuarios que no puedan comprobar que viven en el Distrito Federal”, mediante la creación de una tarjeta ciudadana con preferencia. Añadió que su partido apoyará el llamado que hizo Gaviño. De la misma manera Margarita Martínez del Partido Acción Nacional (PAN) anunció su apoyo. Mientras que Israel Betanzos, coordinador parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mostró simpatía por la iniciativa y la revisión del presupuesto.
De esta manera, se consolida una vez más la colaboración de los principales partidos del régimen cuando se trata de avanzar en los planes de ajuste contra el pueblo trabajador. Ningún partido del régimen se presenta como una opción si de enfrentar este nuevo ataque se trata.
Mientras tanto la Asamblea Legislativa del Distrito Federal solicitó a la Cámara de diputados un nuevo fondo multianual de transferencias de recursos para el STC-M. Alfonso Suárez, diputado local del Morena quien planteó este acuerdo, posteriormente retomado por el pleno, explicó que se trata de un fondo de apoyo para el sector mencionado, reconoció al gobierno del PRD en el DF de realizar un “Considerable esfuerzo presupuestal para mantener las condiciones actuales”.
La creación de un fondo multianual de transferencias de recursos no puede resolver el problema del transporte en el centro de la república, ya que descansa sobre los impuestos de los trabajadores, no solo del DF sino de las zonas periféricas, que financian dichos servicios a costa del trabajo diario. Además, la obtención del presupuesto para el metro podría implicar el recorte en otras áreas fundamentales para la sociedad, como salud, educación, etc.
El nuevo fondo que propone el Morena no es más que un reajuste de destino de recursos sin cuestionar que el pueblo trabajador sea -a través de la mayor explotación- quien lo financie.
Es decir, es una medida sin cuestionar que un transporte de calidad no puede obtenerse sin atentar contra las grandes fortunas y riquezas de los capitalistas, la burocracia sindical y casta política que se beneficia de este transporte, política que la dirección del Morena no está dispuesto a ejecutar.
Detrás de los datos “oficiales”
La principal causa de esta iniciativa es supuestamente el insuficiente ingreso que recibe este sector del transporte de la capital. Pero tan solo el aumento de 5 pesos puso a el sistema de transporte del metro en el país como el más costoso dentro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el desarrollo Económico), y nada se ha visto la mejora, en estos casi dos años de funcionamiento con la nueva tarifa. Además, las remodelaciones próximas y la adquisición de trenes no se realizará sino hasta el 2018, según lo puntualizó el presidente del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Distrito Federal.
El ingreso anual del Metro solo del boleto de transporte equivale aproximadamente a 9, 125 millones de pesos, sin cortar el cobro a locales y demás instalaciones que residen dentro de su amplia red, y el presupuesto anual es de cerca de 23 mil millones de pesos para este 2015.
Una cuotas que mencionaron las autoridades fue el pago de luz que tiene que hacer, siendo que este solo representa el 8.69% de los ingresos para el año 2015. También señalaron que hay un problema que se explica a la gratuidad que dan a 55 mil usuarios, siendo este el equivalente a sólo el 1.1% de los usuarios diarios. Por última cifra está la contradicción entre los usuarios capitalinos y foráneo, ya que en contraste a la propuesta de tarjeta ciudadana y la contribución desigual a los ingresos del transporte, diariamente se tiene un estimado de aproximadamente tres millones 864 mil 300 habitantes que provienen de los cuatro municipios del Estado de México, en los cuales se interna orgánicamente el Transporte Colectivo, lo que equivale al 77.28% de los usuarios que día a día tiene que utilizar el medio.
Una solución de fondo
Sin duda el problema de la movilidad en la ciudad y zonas periféricas es un problema que desborda la cuestión del metro solamente, desde las altas tarifas pasando por la mala calidad del transporte, hasta los problemas de inseguridad y mafias locales que explotan a los trabajadores y saquean a los usuarios.
Estos problemas no son parte de la cotidianidad de las clases altas, con sus lujosos automóviles y transportes alternativos, son la realidad de los trabajadores, mujeres, y jóvenes que día a día ven en la carestía de la vida un horizonte menos favorable.
Por ello, la lucha en contra de la inversión privada, que defiende intereses de los empresarios y contra el charrismo sindical que se alía a ellos, así como por un mejor y costeable servicio puede darse levantando una perspectiva que exija la gratuidad del transporte para trabajadores y estudiantes, a la par que pelea por el control del metro en manos de los trabajadores y usuarios, que son los únicos que conocen las problemáticas y funcionamiento de este servicio y pueden elaborar una planeación que responda a las necesidades de la población y no a los intereses del capital. | 
