Durante la primera semana de noviembre, los trabajadores que integran el Sindicato Docente de Chicago (Chicago Teachers Union) realizaron un simulacro de votación para conocer la opinión de la base frente a la intransigente postura de las autoridades educativas. El 97% de los trabajadores votaron por impulsar una huelga en caso de que sus demandas no sean resueltas.
Los docentes de las escuelas públicas en Chicago están negociando su contrato de trabajo con las autoridades educativas, el cual perdió vigencia en el verano y pelean también por evitar el millonario recorte presupuestal al sector educativo. Este recorte traería serias consecuencias para los alumnos e implica el despido de por lo menos 5 mil maestros.
Los docentes han denunciado que el sector educativo tiene un déficit de 1.1 mil millones de dólares que afecta a más de 400 mil estudiantes en 700 escuelas, y que los cortes que proponen las autoridades educativas no sólo profundizarían este rezago, sino que afectarían a los estudiantes con mayores necesidades, como son los de educación especial.
El responsable educativo de Chicago, la tercera ciudad más importante de Estados Unidos, es Forrest Claypool. Este funcionario ha señalado durante las negociaciones que no hay dinero para cumplir con las demandas de los docentes en lucha y su sindicato.
Si hay dinero para armas, no para educación
Mientras que las autoridades educativas sostienen que no hay dinero para la educación pública de las hijas y los hijos de los trabajadores de Estados Unidos, el Congreso y el gobierno de Barack Obama destinan miles de millones de dólares a la Iniciativa Mérida para armar y adiestrar al Ejército de México, que está vinculado a la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, futuros profesores.
Esos miles de millones de dólares, que deberían ser invertidos en las necesidades sociales como son la salud y la educación, se usan para reprimir a los integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE), quienes ahora nos encontramos en lucha contra la Reforma Educativa impulsada por el gobierno de Peña Nieto, que también pretende realizar el despido masivo de cientos de miles de profesores en todo el país.
La maestras, maestros y trabajadores de la educación que formamos parte de la Agrupación Nuestra Clase en México queremos externar nuestra más profunda solidaridad con la lucha y la posible huelga de los trabajadores docentes de Chicago.
Los recortes al sector educativo son parte de la política de los gobiernos capitalistas, que se repite en todo el mundo, con el fin de descargar la crisis económica sobre los trabajadores y sus familias. Para enfrentarla y vencer hasta el final es necesaria no sólo la unión con los padres de familia y los estudiantes, sino también la solidaridad internacionalista de los trabajadores de todo el mundo.
Desde México, los animamos a continuar la lucha para evitar que haya un sólo despedido y que no se recorte ni un dólar a la educación pública. Sabemos que para defender nuestro contrato y las condiciones de trabajo tenemos que garantizar que nuestros sindicatos sean una herramienta de lucha que represente nuestros intereses como clase trabajadora y que peleé con los métodos de la clase obrera, como es la huelga. Por eso estamos a favor de la democratización de los sindicatos, para que seamos los trabajadores los que decidamos sobre nuestras condiciones laborales y no el gobierno ni los grandes empresarios, quienes tienen otros intereses.
Reciban un fuerte saludo de las y los integrantes de la Agrupación Nuestra Clase, quienes desde nuestras trincheras estaremos con ustedes luchando por el derecho a la educación hasta conseguir la victoria frente a las autoridades educativas. ¡La clase obrera es una y sin fronteras! ¡Abajo los recortes al sector educativo! ¡Qué la crisis económica la paguen los capitalistas! |