Ni un pibe menos decían, mientras en el debate de los presidenciables se peleaban por quien va a poner más policías en las calles para solucionar el “problema de los trapitos”, los cortes de calle .
Por la avenida Almirante Brown en la intersección conocida como las Cinco Esquinas, vecinos, familiares, amigos y organizaciones sociales se concentraron a una semana del brutal fusilamiento del joven Lucas en la cuadra de su casa y donde cuidaba autos. Recibió 3 disparos de parte de un uniformado de la Metropolitana y al dia de hoy sigue peleando por su vida.
Otros casos de violencia policial se hicieron eco de la convocatoria como los familiares de Nehuen Rodriguez, joven asesinado por la misma fuerza o otros casos menos conocidos como el de Angel Duarte, o Diego Nuñez que expresaron su repudio también a otras fuerzas como la Bonaerense y la Policía Federal.
Ruben el padre de Lucas; uno de los oradores de la jornada afirmó: "agradezco al barrio de La Boca y su solidaridad desde el primer momento en que quisieron crear un relato de que Lucas estaba armado y que era un problema entre vecinos. Lucas es un joven laburante querido por todos que se ganaba la vida cuidando autos y otras changas. El policía le dio con saña y porque es pobre, no vamos a dejar que esto sigua ocurriendo con nuestros pibes. Lucas la esta peleando".
A las declaraciones de Maria Eugenia Vidal que dijo que se trató de un problema de violencia de género (relato desestimado por testigos y por la propia fiscalía que lleva la causa) se sumaron las del Ministro de Seguridad Montenegro que manifestó lo mismo y habló de los avances de tener una fuerza con tecnología en la ciudad ante cualquier hecho, cuestión reivindicada por Mauricio Macri en el debate del domingo.
Entre los presentes se encontraba una delegación de estudiantes de la Juventud del PTS, docentes congresales de la 9 de Abril y el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH)
Consultado por La Izquierda Diario presente en la jornada, el abogado Matias Aufieri del Ceprodh manifestó, ante los casos de gatillo fácil y la coyuntural actual, que “el escenario nacional, ya desde sus dos posibles variantes de gobierno se presenta indudablemente más reaccionario y se advierte claramente con el caso de Lucas Cabello. Mientras Daniel Scioli lo corre por derecha a Mauricio Macri por no terminar con el problema de los trapitos, éste muestra que sí se encarga, y de qué manera: fusilándolos como a Lucas, mediante la Policía Metropolitana que ya suma más de veinte asesinatos de gatillo fácil en menos de cinco años.
Así como compiten por quién pone más policías en las calles y en los barrios populares, en la llamada lucha contra la inseguridad, es claro que ninguna fuerza es "menos represora" que otra. Sobran los ejemplos de la Metropolitana, pero también de la Federal, la Bonaerense, las nuevas policías locales, y las viejas Prefectura y Gendarmería que desde algunos años infestan los barrios más pobres del sur de la Ciudad.
Además de ser los asesinos de gatillo fácil de nuestra juventud, son quienes regentean y promueven el gran delito tal como sale a la luz ante cada caso de trata, de narcotráfico, de secuestros, o de robos y desarmaderos de autos. Y la agenda de la inseguridad defendida a rajatabla por Macri y Scioli, no puede más que aumentar los casos como el de Lucas. |