“Si ni siquiera hay confort ni jabón en los baños, las salas se llueven en el invierno y si hay actividades extra programáticas todos los gastos corren por el centro de Padres, que sólo con la venta de empanadas y el trabajo diario logra reunir el dinero necesario” nos comenta la presidenta del Centro de Padres y Apoderados del Terraustral. A esto se agrega la nula responsabilidad de los sostenedores en las requerimientos básicos de la escuela, sólo hay 4 microondas para una población de 3200, las pelotas para el taller de Hándbol las donó el centro de padres, así como también las bancas de las graderías de uno de los patios, que hace un par de semanas se rompieron (por el nulo mantenimiento y deterioro propio de los materiales) y que la directiva del colegio está cobrando al centro de estudiantes para que las reemplace. Así mismo, el Centro de Padres no tiene un espacio habilitado para poder reunirse, “tenemos que hacer nuestras reuniones en la calle… mi casa está llena de artículos y cosas que ocupamos en las actividades del colegio, porque en el colegio no nos dan ningún espacio para poder organizarnos…” Es por esta y otra serie de negligencias que el Centro de Padres ha creado su propio petitorio, nacido de años de exigencias sin escuchar ni cumplir por parte de la gerencia del colegio.
“Nos sentimos engañados” nos comenta una de las tantas apoderadas asistentes a las actividades de la huelga, “al entrar nos prometen un colegio de maravilla, que en realidad no existe”. El petitorio será entregado a las autoridades del colegio este miércoles 18 de noviembre, y la mayor parte de las demandas tienen que ver con la reposición y mantenimiento básico del colegio, que se ajusta directamente al petitorio que ya han levantado los trabajadores del colegio y por lo cual están en huelga.
Por su parte el Centro de Estudiantes, también otorga el apoyo irrestrictos a los trabajadores de la educación en huelga, “nosotros vemos a diario cómo las malas condiciones del colegio impiden el desarrollo normal de clases, en salas con los datas malos, con sillas rotas, con ventanas que no se pueden abrir por estar malas, con baños sin confort ni jabón, etc” Declara la directiva. Con respecto a la pregunta de si los cuartos medios apoyan la huelga, en la medida en que ésta puede resultar perjudicial para su salida y graduación, ellos nos comentan: “los cuartos medios apoyan la huelga pues comprenden que si no van a tener graduación es por culpa de las dirigencias del colegio que obligan a los trabajadores a irse a huelga, si ellos administraran bien el colegio, los profesores y trabajadores no se hubiesen visto en la necesidad de estar en huelga…”
Este completo apoyo se ha visto manifiesto en todas y cada una de las actividades que se han realizado en el contexto de la huelga, en las funas a la sede central del CEPECH, en las marchas y actividades que realizan a las afueras y en la cercanía del Colegio, todos los días los padres se organizan para tener un almuerzo comunitario, “cada apoderado apoya, ya sea en las actividades, ya sea cooperando con materiales y comida si es que por trabajo no pueden asistir…”. E incluso antes, con reuniones entre los tres estamentos. Un ejemplo de unidad que se ha demostrado por parte de toda la comunidad, que en toda actividad superan las 80 y 100 personas, por ejemplo en la Velatón que se realizó el viernes 13 de Noviembre (día que estaba planificada la graduación de los cuartos medios) a las afueras del colegio en donde asistieron más de 1000 personas.
Todos estos ejemplos de unidad son los que mantienen intacta la moral de los trabajadores y la comunidad escolar pues entienden que las demandas son justas y necesarias para la mejora en la educación de los estudiantes: “Esto es una cadena, si los trabajadores tienen mejores condiciones… nuestros hijos van a aprender mejor.” Todo un ejemplo de lucha que demuestra cómo con unidad y organización de trabajadores de la educación, estudiantes y apoderados, la administración de un colegio puede responder a las verdaderas necesidades del buen ejercicio de la educación y no al lucro y al enriquecimiento personal, propio de la educación de mercado contra la cual están luchando. |