En la tarde de ayer, los músicos autoconvocados en Justicia por Adrián se movilizaron acompañados de bandas de rock de Rosario y de organizaciones políticas y de derechos humanos. A un mes del cruel fallecimiento del joven bajista, de Raras Bestias, siguen exigiendo justicia y remarcando que el caso de Adrian puede repetirse, por eso piden mejores condiciones para los trabajadores del arte y responsabilizan al gobierno municipal de los hechos sucedidos en el bar céntrico, Café de la Flor, donde murió electrocutado Adrian Rodríguez.
Se concentraron en la Plaza Pringles con la presentación musical de Amaro Lucano y de los integrantes de Raras Bestias, quienes convocaban para marchar posteriormente hacia la Municipalidad. “Nos arrebataron la vida de Adrián y queremos que nos reconozcan como trabajadores del arte, garantizando mejores condiciones para los músicos, por eso estamos acá”, fueron las palabras de Joe, compañero del bajista. “Felicitamos y agradecemos a los medios alternativos que dicen lo que otros callan, la ciudad los necesita mucho para intentar construir un poco de verdadera calidad democrática”, expresó Amaro Lucano luego de su presentación.
En la marcha se destacó una de las banderas que proclamaba: “Los micrófonos no matan, la avaricia sí”, los compañeros de Adrián encabezaron la marcha hasta llegar a las escalinatas del edificio municipal, donde uno de sus compañeros manifestó: “Queremos que los ciudadanos y artistas se apropien de estos reclamos, tanto se habla de inseguridad, esto también es inseguridad, al igual que muchas causas justas que salen a la calle a pedir justicia como son los casos de gatillo fácil, de femicidios y en este caso de jóvenes que están expuestos a terminar como Adrián, porque cualquiera de nosotros podría haber sido víctima de la fatalidad que sucedió en el Café de la Flor, el cual habían inspeccionado días antes del recital”. Las bandas locales Escape libre y Pestilente Ray Band se solidarizaron brindando un recital, luego de la lectura de un documento que reproducimos:
Nos convocamos para recordar y reclamar. Recordar a Adrián quien murió haciendo aquello a lo que le dedicamos nuestro tiempo y esfuerzo. Reclamar que es para nosotros un trabajo mal remunerado en el mejor de los casos, y que en general nos implica solo gastos. Es un trabajo que nos quieren hacer creer que es un hobby, una pérdida de tiempo; pero que sin embargo es parte esencial de lo que somos, de nuestra identidad, de nuestra cultura, es nuestra forma de comunicación. Y es por eso que de esta manera venimos a reclamar.
Reclamar que la muerte de Adrián no sea considerado un accidente. Si bien reconocemos el trabajo de la Fiscal, no concordamos con la forma de caratular el hecho. Estamos hablando de que el responsable, con todas sus facultades mentales, con plena conciencia y con voluntad de hacerlo; elimina las medidas de seguridad que evidenciaban un problema de fondo y expone a quienes tenían que tocar esa noche a lo que, en esas condiciones, no tenía otro resultado posible, más que la muerte. Se dice que no se puede estar en la cabeza del responsable para saber si tenía intención de matar, pero si sabemos que la electrocución es un método infalible para ello.
Reclamar también porque las normativas que regulan las habilitaciones y los controles fracasaron. Después de una ola de clausuras masivas tenemos que lamentar un hecho como este, no fueron capaces de detectar un inconveniente tan grande que nos deja este saldo terrible. Un inconveniente que no se evidenció la noche del 11 de octubre, ya llevaba un tiempo prolongado de evidencias.
Capítulo aparte nos merece el Sindicato Rosarino de Músicos, desde el cual se reconoce el convenio que mantenía con el Café de la Flor, por el cual percibía parte de la recaudación del bar a cambio de nada. No hizo ni un mínimo control para resguardar las condiciones laborales de sus representados. No obstante ello, rigurosamente cobro los cánones acordados.
Desde hace larga data hay proyectos presentados en el Concejo Deliberante de Rosario para regular y profesionalizar la actividad que llevamos adelante los músicos. Proyectos que al día de hoy no tienen tratamiento. Es por eso que exigimos mejoras en las condiciones laborales, para que no haya más Adrianes. Los micrófonos no matan, la avaricia sí. |
