La presidenta Cristina Fernández apuntó ayer contra el juez neoyorquino Thomas Griesa por haber declarado a la argentina en desacato por incumplir el fallo que ordena pagarle de inmediato a los buitres que litigan en las cortes norteamericanas y buscar los medios para retomar el pago de los bonos de deuda reestructurados en 2005 y 2010 evadiendo el bloqueo impuesto por su fallo, confirmado en junio pasado por la Corte Suprema. Según CFK “Nunca se ha llegado tan lejos en el disparate” como lo ha hecho este juez. En su acto en Casa de Gobierno remarcó que la medida fue tomada “justo el día anterior en que tenemos que hacer el segundo pago” de bonos, en referencia al depósito de 161 millones de dólares en Nación Fideicomiso que realizó ayer el tesoro ("Tras el desacato, Argentina deposita el pago de intereses en Nación Fideicomisos"), correspondientes al pago de los intereses del Bono Par en manos de los acreedores que ingresaron a los canjes de deuda en 2005 y 2010. Este fue el primer depósito de servicios de deuda al amparo de la Ley de Pago Soberano, que se sancionó para evitar nuevos bloqueos del juez Thomas Griesa. Se realizó un día después de que el magistrado declarara en “desacato” a la Argentina por pedido de los fondos buitre que litigan por cobrar 1.330 millones de dólares.
En su discurso de ayer la Presidenta sostuvo que “No me sorprendería que en 20 días nos pongan sanciones económicas o que me quieran poner presa cuando vaya a Nueva York... voy a ir igual, les aclaro”. La medida de Griesa no tiene efectos prácticos contra el país, excepto porque se redobla la presión de la justicia norteamericana contra el anterior agente de pago de la deuda argentina en los EE.UU., el Bank of New York Mellon (BoNY). El banco debería colaborar en identificar a los bonistas para que se pueda concretar el canje. El riesgo de que si lo hace sea declarado en desacato por parte de Griesa se fue haciendo cada vez mayor. Por eso, aunque ayer el gobierno deposito los 161 millones de dólares correspondientes al vencimiento del Bono Par, el dinero no llegará a los bonistas sino que quedará congelado en las arcas del agente fiducidario, que no tienen forma de acreditar la propiedad de esos bonos, cuyos datos que están en poder del BoNY.
Cristina Fernández anunció en su discurso que “el 31 de diciembre próximo se depositarán 100 millones de dólares a favor de los holdouts”, correspondientes al Bono Discount. Es parte de lo previsto por la Ley de Pago Soberano, de depositar en el agente fiducidario también los pagos correspondientes a los bonistas que no ingresaron al canje.
Detrás de un discurso duro, que incluyó palos contra los especuladores, los empresarios y los exportadores que “presionan para obtener una devaluación” y “licuar convenios colectivos de trabajo”, un mensaje: el gobierno seguirá ensayando gestos hacia los especuladores “buenos”, los que participaron de los canjes de 2005 y 2010, y avanzará en la implementación de la Ley de Pago Soberano. Una ley que, más allá del resultado incierto de su aplicación, sí deja una cosa clara: de soberano, sólo el nombre. |