La continuidad de los juicios a los genocidas, las políticas de derechos humanos y su contrario, la represión y la impunidad, son algunos de los temas que inevitablemente se discuten apasionadamente en estos días previos al balotaje, sobre todo entre los que integramos organismos de derechos humanos y los luchadores.
Fue un eje en el debate presidencial, en el que como hemos dicho, tanto Scioli como Macri cuando hablan de derechos humanos, hablan de la “lucha contra el narcotráfico”, de cómo seguir inundando de policías todo el país, y lo que un salto en el giro a la derecha, de cómo utilizar a las Fuerzas Armadas para ir insertándolas de nuevo en la seguridad interior. Por cierto, fue Scioli quien propuso llevarlas a la frontera.
De “derechos humanos”, ni hablar. Ni siquiera lo han hecho como impostura. Ni siquiera mintieron.
De Macri no es necesario aclarar que no sólo su grupo económico se benefició con la dictadura y la estatización de su deuda privada con Cavallo, que llamó a “terminar con el curro de los derechos humanos", sino que casi la mitad de la cúpula de la Metropolitana viene de la dictdura.
Pero en Scioli y su proyecto de gabinete, que no cuenta precisamente con defensores de los derechos humanos, como Casal, Berni o Granados, ¿es posible depositar alguna esperanza?
Ayer miércoles, organismos de derechos humanos alineados con el kirchnerismo presentaron en conferencia de prensa un documento titulado “Este domingo pongamos memoria en las urnas”, firmado por Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadoras e HIJOS Capital.
Es interesante destacar que en todo el documento está ausente, justamente, Scioli. Se trata más bien de una crítica detallada de la política reaccionaria de Macri. Pero de candidato del FpV, ni una palabra en su defensa, sólo es mencionado para decir que hay que votarlo este 22. Lamentablemente, una vez más el silencio es cómplice. Y grave.
Los organismos señalan: “Este domingo vamos a votar por un proyecto de inclusión (…) En este proyecto de inclusión está la continuidad de los juicios a los genocidas”.
Pero, adivine lector, quién dijo, en agosto de 2003: “En un país serio las leyes no se anulan”, o “Es muy cuestionable la anulación. No va a tener efectos jurídicos.” Sí, el mismo Daniel Scioli, en ese momento vicepresidente y que le valieron el castigo del propio Néstor Kirchner que dijo que era “irrecuperable” la relación con Scioli y echó a destacados funcionarios de la Secretaría de Turismo.
Ayer mismo, fue nuestra compañera Myriam Bregman, diputada del Frente de Izquierda, quien denunció estas brutales declaraciones que muchos eligen olvidar. “Conocemos quién es Scioli”, señaló, recordando que “los organismos de derechos humanos nos reunimos con Scioli cuando desapareció Julio López y le pedimos que remueva a tres policías. A uno lo ascendió” Y concluyó “Scioli es la coronación del giro a la derecha”.
Sin embargo, esto parece haber sido guardado bajo la alfombra no sólo para los organismos que defienden al gobierno sino por el conjunto de los sectores que llaman a apoyarlo y critican el voto en blanco porque sería un avance de la derecha. Falso. Scioli, y sobre todo en este aspecto, es la derecha, es quien dijo también recientemente “tolerancia cero a los piquetes”. De eso tampoco se habla, como no se habla del gatillo fácil, del espionaje a los luchadores bancado por el estado, ni de Milani, ni de la desaparición de Julio López, ni de los intentos de reconciliación con las Fuerzas Armadas...
Los juicios a los genocidas militares y civiles seguirán, como empezaron, producto de la lucha tenaz de los organismos de derechos humanos que, en la pelea cotidiana y en las calles, no bajamos nuestras banderas contra la reconciliación, ni el olvido ni el perdón, de los familiares y sobrevivientes y del conjunto de los luchadores contra la impunidad de ayer y de hoy.
Por eso, manteniendo nuestras convicciones de no darle el menor apoyo a quien en los 90 defendía el accionar de las FF.AA. y en 2003 se manifestó contra la anulación de las leyes, bandera histórica si las hay, le decimos No a Macri y No a Scioli, votamos en blanco porque no tenemos ni sembramos la ilusión en que este último será un defensor de las libertades democráticas. No lo fue ni lo será. |