Hace unos meses, Javier Echaniz, el entonces secretario de Tecnología de Gestión de Santa Fe, fue tildado de “imbécil” por Lifschitz. El gobernador entrante estaba desesperado por deslindar de responsabilidades al gobierno provincial en medio del exagerado fraude al escrutinio provisorio. Durante 48%, la página oficial del Tribunal Electoral de Santa Fe informó que se había escrutado todo. Sin embargo, faltaban 200 mil votos. La página la manejaba Echaniz, el “imbécil”. Para colmo, era el mismo funcionario que meses atrás había manipulado la computadora Mac del narco Luis Medina, en lo que se sospechó una medida para borrar pruebas de la complicidad estatal con el narcotráfico. Al parecer no era tan imbécil, pero sí estaba muy cuestionado. Entonces, para poner paños fríos, el saliente gobernador Bonfatti resolvió la renuncia de Secretario de Tecnología.
Pero para los ingenuos que pensaron que los funcionarios narcos y fraudulentos no tienen futuro en la administración provincial, Lifschitz acaba de anunciar que el “imbécil” será Secretario Administrativo de la Cámara de Diputados de la Provincia, cámara que será presidida, ni más ni menos, que por el gobernador saliente.
No tardaron en llover críticas. Desde la izquierda, el referente del FIT Octavio Crivaro declaró que con la designación de Echaniz “Lifschitz prepara un gobierno de fraude y complicidad narco. Su designación es un nuevo manto de impunidad en la provincia. Es una señal a las bandas narcos, a los empresarios que lavan el dinero de este negocio ilegal y a la policía que asesina con el gatillo fácil, de que el gobierno no piensa tomar una sola medida que afecte sus intereses, y, por el contrario, va a proteger a los funcionarios cómplices”.
También desde la oposición patronal circularon duras críticas. Por el lado del Partido Justicialista, el concejal electo del Movimiento Evita, Eduardo Tognoli, se refirió a la designación como una “vergüenza”, al igual que lo hizo el ex candidato a vicegobernador del PRO, Boasso. Sin embargo, detrás de estas críticas se desarrolla un pacto de gobernabilidad de Santa Fe que incluye a todas las fuerzas políticas patronales. Lifschitz viene de reunirse con el Senador electo del FPV Omar Perotti y pasó de “votar en blanco” a darle un “voto de confianza” a Macri. Mientras, , como se puede leer en esta edición, el otro polo del Frente Progresista, la UCR, se prepara para nombrar al santafesino Corral como presidente el partido: un guiño evidente a la estrategia de convertir a Santa Fe en uno de los sostenes del gobierno de Cambiemos. |
