El régimen mexicano no ha dejado de atacar las conquistas obtenidas por los trabajadores en largos años de lucha, precarizando sus condiciones laborales y afectando sus condiciones de vida.
Con el regreso del PRI al poder y el establecimiento del Pacto por México –del que participaron el PRI, PAN y PRD- se han venido acrecentando los golpes para los trabajadores. Primero el Pacto por México aprobó las Reformas estructurales a partir del 2012, ahora el pasado 8 de diciembre, la Camarada de Diputados aprobó en lo general el dictamen de la Comisión de Hacienda, de la desaparición Pensionissste y su conversión en una Afore del régimen paraestatal.
Los únicos que se benefician con estas reformas son los grandes empresarios nacionales y las transnacionales que ven en México un paraíso de inversión pues son miles de trabajadores, en su mayoría jóvenes, que viene incorporándose al mercado laboral pero que no gozan de las conquistas que en algún momento tuvieron los trabajadores.
Los golpes del capital contra la juventud trabajadora
De acuerdo a cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de las 30.5 millones de personas entre 15 y 30 años aproximadamente 15 millones son las que están asalariadas y la mayoría recibe un salario mínimo.
El restringido acceso a la educación media superior y superior así como su tecnificación, permiten que jóvenes se integre al mercado de trabajo de manera más acelerada. La falta de experiencia laboral y la edad son los pretextos de las empresas para otorgar trabajos por tres meses, con salarios de miseria y sin ninguna prestación. Y es que la reforma laboral, aprobada por los partidos patronales, sumergió a esta juventud en un clima de inestabilidad laboral, de bajos salarios y con largas jornadas laborales, sin derecho a seguridad social y a un retiro digno.
Además de condiciones precarias de trabajo mucho de estos jóvenes tendrán que arreglárselas para poder sobrevivir en su vejez pues los bajos salarios junto a los alto precios de la canasta básica, así como la jubilación a los 65 años de edad y una esperanza de vida que supera los 80 años, no permitirá recibir un buen ingreso después el retiro. En el mejor de los casos forzará a aumentar la edad de trabajo o condenará a vivir en la miseria.
La reformas estructurales que impulso EPN y los partidos patronales son una dura ofensiva contra la juventud y los trabajadores para garantizar la ganancia de los capitalistas. Y es que estas reformas permiten que el Estado se encargue en menor medida del gasto público, además de condiciones de mayor explotación laboral reflejado en un mayor número de jóvenes entrando al mundo laboral en condiciones precarias.
La juventud y los trabajadores
Estos golpes por parte del régimen han generado enorme descontento entre muchos sectores en todo el país. En el último periodo hemos visto grandes procesos de movilizaciones en contra de los planes del régimen, desde la salida de la juventud contra la llegada de EPN a la en el #YoSoy132, la primavera magisterial con la salida de cientos de miles de maestros y jóvenes en contra de la reforma educativa en 2013 y el movimiento por la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que puso en jaque al régimen con movilizaciones de medio millón de personas que cuestionaba al Estado, los partidos patronales y las instituciones.
Hoy esta juventud, que está en un constante proceso de politización, enfrenta la carestía de la vida con trabajos precarios y sin estabilidad económica, sin acceso a la educación, al arte y la cultura, así como sin espacios para la recreación.
El magisterio sigue enfrentando la reforma educativa y la evaluación punitiva. El gobierno de EPN para aplicar esta reforma militariza el país, saca a la gendarmería a las calles y ha orquestado una fuerte represión que ha dejado a cientos de maestros y normalistas heridos y a un maestro muerto.
A lo largo del país vemos luchas de trabajadores pelear por sus reivindicaciones en contra de los efectos de estas reformas que precarizan sus trabajos y su vida, como los trabajadores LEXMARK o los trabajadores de Foxconn en el norte de país, así como la lucha de las trabajadoras de Sandak contra la transnacional bata y el gobierno de Tlaxcala.
Los ataques de este régimen contra la juventud y los trabajadores solo se podrán frenar con la unificación de todas las luchas en contra del capitalismo voraz que solo nos ofrece miseria. Solo la juventud aliada con los trabajadores, los campesinos y pueblo pobre podrá hacerle frente a estos ataques. | 
