En Godoy Cruz hay casos indignantes como el de Pablo Guardati, Jonathan Chandia o Franco Díaz. La juventud de los barrios del departamento es perseguida por la policía a diario. Pero nadie habla de esta inseguridad, la de los jóvenes que por ser pobres o trabajadores son detenidos por la policía.
Nicolás Barrera tenía 16 años y estaba terminando la secundaria, vivió toda su vida en las barriadas del oeste de Godoy Cruz y el pasado 20 de Marzo un policía lo fusiló por la espalda cerca del barrio Los Barrancos.
Por nuestra parte, hemos acompañado la exigencia de Justicia por Nicolás que realiza su familia, organismos de derechos humanos, organizaciones de trabajadores y estudiantes.
Presentamos el caso de Nicolás en el Congreso nacional, en el marco de la audiencia pública convocada por el diputado nacional Nicolás del Caño para denunciar el aumento del gatillo fácil policial en todo el país y exigir justicia para las víctimas. Así como también realizamos un homenaje en el Concejo Deliberante de Godoy Cruz.
Que la fiscal de la Cámara de Apelaciones, Paula Quiroga, haya resuelto apartar al fiscal Santiago Garay del caso por el asesinato de Nicolás Barrera y que a su vez haya ratificado el rechazo del pedido de sobreseimiento para el policía José Castro, son pasos importantes en el camino para que se haga justicia.
Nicolás no es un caso aislado. Son cientos y miles de jóvenes que a lo largo y ancho del país son asesinados por la policía, envalentonada por la política represiva de los partidos patronales. De 1983 a la fecha, un joven muere asesinado por la bala policial cada 24hs.
Actualmente se desarrolla el juicio oral por el asesinato del joven Fabio Basualdo en San Rafael. Mientras que el pasado lunes 29 de Septiembre en Tupungato decenas de jóvenes realizaron una marcha denunciando la persecución y el maltrato policial.
Además, no podemos dejar de mencionar el caso de Luciano Arruga, desaparecido por la policía bonaerense por negarse a robar para ellos. O el de Carla Lacorte, miembro del CeProDH que hace 13 años lucha para terminar con la impunidad, y que gracias a la movilización logró recientemente que el policía Salmo, que la baleó y la dejó en una silla de ruedas, esté preso.
Estas policías "bravas" que en todo el país ejecutan el gatillo fácil están sospechadas de manejar los desarmaderos de autos, las redes de trata y el narcotráfico. Son las mismaspolicías que van a reprimir cuando los trabajadores salen a luchar. Esa es su función, fuerzas creadas y diseñadas para defender los intereses de los grandes empresarios y terratenientes.
Es necesario redoblar la movilización para enfrentar esta práctica criminal que la policía y el conjunto de las fuerzas represivas llevan adelante contra los jóvenes del pueblo trabajador. Desde el PTS en el FIT vamos a continuar poniendo nuestras bancas al servicio de la lucha contra la represión, la impunidad y el gatillo fácil. |