En agosto el medio on-line Nueva Minería publicó un estudio de la consultora Stratos, donde se indica que un 39% de las mineras ha realizado despidos para reducir costos. Una semana antes, la empresa BHP Billiton anunció un importante ajuste de su personal “como parte de las medidas para enfrentar el incremento estructural de costos y la baja en las leyes del mineral en sus operaciones”, manifestando que despedirían al 6% del personal.
Después del anuncio de la empresa, los trabajadores agrupados en los Sindicatos de Empresas BHP Billiton publicaron un comunicado rechazando los despidos.
La minera Tres Valle, minera Teck de Andacollo y la empresa SalfaCorp en Sierra Gorda, se suman a la lista de empresas mineras que han iniciado un proceso de desvinculación y amenaza de posibles despidos.
Esta situación ha generado una constante tensión y estado de alerta en los trabajadores mineros que paralizaron la producción en respuesta a los ataques. Lo que sucede actualmenteen Minera Escondida es ejemplo de ello, como también la movilización que protagonizaron mineros organizados en la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), el 4 de septiembre de este año.
En el trasfondo de encuentra la discusión nacional sobre la Reforma Laboral que quiere enviar el Gobierno y que ha sido postergada para fin de año, a petición del sector empresarial. Tanto la CTC como los trabajadores de Escondida han exigido públicamente la necesidad de cambios y transformaciones reales en materia laboral que favorezcan a los trabajadores.
La situación en Minera Escondida
Los trabajadores de la Minera Escondida, uno de los yacimientos de cobre más grandes del mundo, realizaron a un paro los días 22 y 24 de septiembre, convocando a sus 2.800 miembros. La huelga fue convocada contra la extensión de la jornada de trabajo, los registros de asistencia, la concesión de feriados en vacaciones y medidas de protección a los trabajadores en altura, entre otros puntos. Por su parte, la Federación Minera de Chile (FMC) también apoyó la decisión de los trabajadores.
El lunes 22 de septiembre comenzó el primer día de huelga de los obreros, quienes paralizaron el total de las faenas de la mina, situada en Antofagasta y que es controlada por la australiana BHP Billiton. Dos días después, miles de trabajadores volvieron a paralizar la minera, esta vez, junto a los obreros de Puerto Coloso de Minera Escondida, “ante el nulo resultado que han obtenido las conversaciones de los trabajadores con la compañía y con las autoridades”, explicaron desde el Sindicato.
Agustín Latorre, Director de comunicaciones de la FMC, la cual agrupa a 18 sindicatos de la gran minería privada del país, dijo que “frente a las denuncias realizadas por el sindicato n° 1 de Minera Escondida, la Federación Minera de Chile expresa su más absoluto rechazo a las prácticas abusivas de esta empresa transnacional, la cual con la finalidad de asegurar el éxito del negocio no respeta las normativas laborales imperantes en nuestro país”.
Recurso de protección contra el Sindicato
El 23 de septiembre, la empresa Minera Escondida interpuso un recurso de protección contra el sindicato, al considerar “ilegales” las paralizaciones realizadas. El viernes de esa semana, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Antofagasta acogió la petición y le indicó al sindicato que cuenta con 15 días hábiles para entregar todos los antecedentes necesarios para el caso.
Ante esto, Patricio Tapia, Presidente del Sindicato n° 1 indicó que “estamos haciendo todo lo que se debe hacer en estos casos con nuestros asesores y abogado para ver cómo preparamos la respuesta por ese recurso que se nos interpuso”.
El lunes 29 de septiembre comenzaron las conversaciones con representantes de Minera Escondida, en una mesa de trabajo para discutir sobre las demandas laborales que vienen exigiendo desde este último tiempo. Además, Patricio Tapia, adelantó que “el jueves a las 18 horas tenemos la reunión con la ministra de Minería, Aurora Williams, en Santiago para conversar sobre todos nuestros temas” La ministra de Minería había considerado que el paro era “perjudicial tanto para el país como para los propios trabajadores”, haciendo oídos sordos a las denuncias de incumplimientos que venían formulando los trabajadores. |