Fitch también informó que la perspectiva negativa refleja la continua incertidumbre y el riesgo de agravamiento económico. También supone un mayor riesgo de empeoramiento fiscal y político. En el comunicado, la agencia también menciona los efectos negativos de las investigaciones de corrupción en Petrobras y el continuo deterioro de la economía, frente a condiciones económicas más débiles, con proyección de una caída del PIB en más de un 3% este año.
Según Fitch, el ambiente externo sigue difícil, con caída de los precios de las commodities y la desaceleración en China.
La agencia de calificación de riesgo también señaló que las reiteradas modificaciones en las metas fiscales minaron la credibilidad de la política fiscal y que el inicio del proceso de impeachment (destitución) contra la presidente del país, Dilma Rousseff, amplia la incertidumbre política.
Repercusión en el gobierno: "actuar por el ajuste"
Después de conversar con el presidente del Senado, el senador Renan Calheiros (PMDB-AL), Levy afirmó que "Brasil no puede detenerse", señalando que el Congreso siempre ha dado apoyo a la aprobación del ajuste fiscal, al referirse a la propuesta de reducción de la meta fiscal que Dilma propuso al Congreso.
Levy evaluó también que los inversores tienen confianza en Brasil, considerando que los marcos regulatorios son correctos. Según el ministro, el país cuenta con numerosos sectores con potencial de crecimiento. "Vamos a tomar todas las medidas necesarias y aprobar las Medidas Provisorias (decretos)", léase, vamos a tomar todas las medidas para la aprobación del ajuste. Sin embargo, Levy consideró como "seria" la pérdida del grado de inversión de Brasil hecha por la agencia Fitch y sostuvo que "es necesario actuar". Según Levy, la respuesta radica en la aprobación de las medidas de ajuste fiscal necesarias para retomar el crecimiento.
El Banco Central también divulgó este miércoles 16 un comunicado de prensa comentando la nueva evaluación de la agencia Fitch. La agencia Standard & Poors ya había anunciado una rebaja el 9 de septiembre de este año. "La reclasificación de la nota soberana del país por la Agencia Fitch no altera el sentido o la intensidad del ajuste macroeconómico en curso, que ya demuestra resultados concretos", afirma el comunicado del Banco Central.
Flavia Ferreira, responsable de la sección de economía de Esquerda Diário sostuvo que "el impacto de esta medida será una mayor presión para la aprobación de los ajustes económicos a un ritmo más acelerado, como evidencia el comunicado del Banco Central y las declaraciones del ministro. El imperialismo por la vía de las agencias de riesgo (que protegen los intereses de las ganancias de los grandes bancos y empresarios) se apoya en el escenario de crisis política interna y deterioro de la economía, para imponer ajustes más duros que serán pagados por los trabajadores y el pueblo pobre. Estos ajustes se traducirán en recortes del gasto público, privatizaciones, aumento de la inflación, congelamiento y desvalorización de los salarios por la vía de desvalorización del cambio. Brasil, aunque pueda parecer lo contrario, viene gastando millones todos los años en el pago riguroso de los intereses de la deuda pública. Sin embargo en medio de la crisis de los gobiernos posneoliberales, el imperialismo presiona por más. Aún no es posible afirmar categóricamente que se abra un período de "fuga de capitales" en el país, ya que el capital internacional todavía tiene su mira en el país para aprovechar las privatizaciones, concesiones y salarios más bajos y porque hay otros factores determinantes como el aumento de las tasas de interés en los Estados Unidos y los ritmos de la lucha de clases en el país. Sin embargo, la tendencia general apunta a la profundización del cuadro de recesión económica y, en la política, la unidad burguesa para los ajustes".
Fuente: Agencias |