Un 18 de diciembre pero de 1901, a las tres de la mañana, la policía mexicana hace una redada en una fiesta privada que se desarrollaba en la Calle de la Paz (hoy Ezequiel Montes), donde arresta a 41 varones ―22 vestidos de varón y 19 de mujer― y los lleva a la prisión Belén. Sólo uno (el 42) es liberado, porque era nada menos que el yerno del presidente Porfirio Díaz.

El gobierno trata de tapar el "escándalo", ya que la mayoría de los detenidos eran de las clases altas, al punto que nunca se supo sus nombres. El castigo impuesto fue el trabajo forzoso en el Valle Nacional (Oaxaca).

Unos días antes, el 4 de diciembre, ya había habido una redada en un local de lesbianas, pero que no tuvo mayor repercusión. El número 41 pasó a formar parte de la cultura popular mexicana, para referirse a los homosexuales, ofensivamente. De ahí que no haya división del ejército, regimiento o batallón 41 (sí hay 40 y 42); tampoco hay casas con número 41 en las nomenclaturas municipales (aunque sí 40 bis). Ni tampoco se encuentran cuartos de hotel con ese número.