Como informamos en la edición de hoy, en sus primeros días de gobierno Mauricio Macri resolvió por decreto toda una serie de medidas que implican una gran transferencia de recursos desde el bolsillo del pueblo trabajador hacia los grandes empresarios: devaluación, eliminación a los empresarios del campo y rebajas a los industriales, los seguros tarifazos a partir de enero, y otra serie de beneficios.
Algunos esperaban, entonces, que al menos la “teoría del derrame” tan afecta al credo neoliberal, lleve al gobierno “del cambio” a disponer que parte de ese millonario aumento de ganancias redundaría en algún anuncio que al menos alivie la fatiga del bolsillo obrero. Error.
En las últimas horas, en respuesta a la cumbre de la CGT, varios funcionarios de primer nivel desmintieron cualquier posibilidad de disponer un bono de fin de año o “doble aguinaldo”, reclamo que se empieza a sentir en muchos lugares de trabajo y debieron recoger las cúpulas Moyano y compañía.
El ganadero y ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile , dijo a radio Mitre que “a los amigos de la CGT les digo que entiendo lo que reclaman, pero que ellos entiendan que este gobierno nacional tiene enormes trabajos por hacer. Hay que esperar un poquitito. El bono que le estamos dando es que vamos a subir el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias". Se refiere así a una medida limitada, que incluiría a un pequeño sector de la clase obrera.
El ministro de Trabajo Jorge Triaca dijo que el bono "no está en agenda, tenemos hoy como prioridad hacer frente a sueldos y aguinaldos que tienen la administración pública" (La Nación).
Por si quedaban dudas, el ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay , aclaró que homologarán este tipo de acuerdos entre privados, pero negó el Estado vaya a habilitar un plus salarial.
Queda claro que es una decisión política, sin impedimentos legales. Menos para el gobierno de los decretazos y las imposiciones hasta inconstitucionales.
En algunos gremios, con mayor poder de fuego, se estarían acordando sumas “de fin de año”. Irían desde los 3000 pesos (Alimentación) a los 8000 (Camioneros), a pesar de que significa sólo migajas para lo que han ganado las empresas, sobre todo con los aumentos de precios.
La CGT hizo su cónclave donde planteó la cuestión del bono. Una acción unitaria de todo el movimiento obrero, por el salario y contra los despidos, sería la única manera de imponer esa demanda. ¿Tomará la CGT una medida a la altura de la respuesta del gobierno? ¿O el acto sólo busca reubicarse públicamente mientras se negocia con el gobierno y la UIA?
El caso de Siderca parece adelantar cuáles son los planes. También la disposición obrera a resistir.
Hay otra agenda. Es la que marcan los distintos encuentros obreros que vienen realizando el sindicalismo combativo y de izquierda para organizar la resistencia. También la movilización convocada por organizaciones sindicales, sociales y de izquierda para este 22 de diciembre a Plaza de Mayo, por un bono de fin de año y contra el ajuste en curso.
"Uno sabe que no se puede quedar bien con todos los sectores" terminaba la entrevista al ministro Buryaile. Queda claro para qué sectores gobierna Macri y su gabinete. | 
