A través del decreto 159/2015, Mauricio Macri y Alfonso Prat Gay designaron al nuevo directorio del Banco Nación. El director general de la entidad será Enrique Szewach, actual presidente de la calificadora de riesgo Evaluadora Latinoamericana y economista-jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas entre 1980 y 1990.
Szewach es además consultor del Banco Interamericano de Desarrollo, asesor económico de la Cámara Argentina de Comercio y de varias empresas nacionales e internacionales y Consultor del Banco Mundial.
Uno de los directores será Jorge Lawson, que fue ministro de Industria, Comercio y Minería del Gobierno de Córdoba entre 2011 y 2013. Luego de la crisis desatada por el autoacuartelamiento policial, De la Sota lo pasó al ministerio de Comunicación y Desarrollo Estratégico, cargo que desempeñó hasta el 9 de diciembre pasado.
Hay equipo
En una entrevista publicada en el blog Juventud Partidaria en agosto de este año, Lawson se definía como un emprendedor y constructor de equipos: “Lo más importante que yo aprendí es que la mejor herramienta y el arma fundamental que puede tener una persona es saber crear un equipo. El líder no es el que manda, el líder es el que enamora a los integrantes de un equipo que entienden que forman parte de algo trascendente. Yo construí mi vida armando equipos”.
Cuando dice equipos, Lawson se refiere sin dudas a los equipos que formó durante años con empresarios de distintos sectores en la Provincia, un elemento fundamental que tomó en cuenta De la Sota cuando lo nombró ministro de Industria, ya que Lawson no proviene del peronismo.
Licenciado en Sistemas de la Información, Lawson se desempeñó durante muchos años como asesor de cámaras empresarias, empresas y diversas instituciones. Él mismo es un empresario, ya que en 1997 fundó su propia consultora, Lawson Comunicación y Estrategia, que ahora preside su hija. La empresa es se dedica al asesoramiento en estrategias de comunicación, organización integral de eventos, desarrollo de relaciones públicas, relación con los medios de comunicación, asuntos públicos e institucionales, gestión de crisis, entrenamiento de voceros y acciones de responsabilidad social empresaria. Entre sus clientes más destacados se encuentran el Grupo Arcor, la Cámara Argentina de Contact Center, OSDE, Fundación E+E, Regam Pilay, Amérian Hoteles, Manfrey, Unión Industrial de Córdoba, Farmacity, Grupo Ecipsa, Chandon, Asociación Empresaria Argentina y Celulosa Argentina.
Un amigo de las multinacionales
Sin dudas, la empresa con la que desarrolló su mejor relación fue el Grupo Arcor, la empresa de golosinas más grande del mundo y una de las que más se expandió durante la última dictadura militar. A principios de este año, cuando falleció uno de sus multimillonarios dueños, Fulvio Pagani (hijo del fundador, del mismo nombre), Lawson le dedicó una emotiva nota que fue reproducida en varios medios. Allí hablaba del empresario como “un líder silencioso”, “un hombre con visión” y hasta “un amigo del alma”. De hecho fue el actual presidente de Arcor, Luis Pagani, quien recomendó a Lawson como Ministro de Trabajo de la Nación para el actual gobierno de Macri. Hugo Moyano vetó la decisión, tal vez porque el perfil del cordobés era demasiado pro-empresa. Hay que recordar además, que hace poco Arcor compró el 25% del paquete accionario de La Serenísima y, acto seguido, bajó a la empresa láctea del programa Precios Cuidados.
En el 2010, cuando se desató en toda la industria de la alimentación una gran rebelión por aumento de salario, los trabajadores de las tres plantas que Arcor tiene en Córdoba realizaron una huelga de 24 días, que sólo fue frenada por la presión de la dirigencia sindical. En ese momento, Lawson era vocero de la empresa y anunciaba a los medios: “El ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, ofreció un 32 por ciento y las empresas aceptaron, pero el gremio insiste con el 50 ó 60 por ciento de aumento. Sigamos discutiendo el acuerdo, pero mientras tanto trabajemos con convenios parciales para que siga funcionando el círculo virtuoso de la economía”.
De su paso por el ministerio de Industria sólo queda el recuerdo de la defensa que hizo en el 2012 de la multinacional Monsanto, que pretendía establecer una planta de tratamiento de semillas en la localidad de Malvinas Argentinas. “La gente debe quedarse tranquila, porque Monsanto cumple con todas las reglamentaciones que exige la Provincia y lo que produce no es contaminante”, afirmó el entonces funcionario provincial.
Sin duda, este nombramiento, además de ser un gesto de Mauricio Macri hacia el delasotismo, es una muestra más de que el país será “atendido por sus dueños”. |
