En este momento tenemos “20 mil evacuados, en general autoevacuados”, dijo el ministro de Interior de la Nación, Rogelio Frigerio. El número alcanza como para dimensionar el desastre humanitario que sufren decenas de poblaciones del litoral argentino desde hace más de una semana.
El ministro habló esta mañana en una conferencia de prensa comandada por la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, convocada para anunciar la creación de un “Gabinete de Emergencia” que actuará en el marco del SIFEM, el Sistema Federal de Emergencias creado en 1999 pero prácticamente en desuso desde hace 16 años.
La reunión se realizó a las 10 de la mañana en la Casa Rosada. Junto a Michetti estuvieron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el resto de los integrantes del SIFEM: representantes la Secretaría de Protección Civil, de la Policía Federal, de la de Seguridad Aeroportuaria, de Gendarmería, de Prefectura Naval, del Instituto Geográfico Militar y del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, del Servicio Meteorológico Nacional, Instituto Hidrográfico, Emergencias Sanitarias, Cascos Blancos, organismos de puertos y vialidad, entre otros. Y participaron además representantes de sectores afectados por la emergencia en las provincias del Litoral.
Plan de tres etapas
En referencia a la emergencia por la que atraviesan las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Formosa y Misiones, el ministro de Interior prometió ante los medios un plan de “tres etapas” para aportar soluciones a los afectados por inundaciones, con “mejoras, viviendas y obras estructurales” de largo plazo. “Se va a elevar un metro de la cota de defensa (en Concordia), se harán 250 viviendas para la gente que está en las cotas más bajas y que tras la creciente vuelve a lugares inundables”, mencionó el funcionario.
Además, Frigerio señaló que se desarrollarán “obras muy soñadas pero siempre postergadas, dos acueductos que lleven el agua que sobra a partes del país en las que el agua falta. Son tres etapas, una de mejoras, otra de viviendas y una tercera de obras estructurales para evitar que estos fenómenos nos encuentren sin respuestas”.
Lo que no dijo Frigerio es de dónde va a sacar la plata el Estado para llevar adelante esas obras de infraestructura, sobre todo en un contexto donde el propio gobierno anunció diversas medidas de ajuste y transfirió infinidad de recursos desde el sector público al sector privado de los grandes empresarios y terratenientes vía la elimininación de retenciones a las actividades agrícolas e industriales.
“Articular el trabajo”
Los funcionarios de Macri dijeron que en la reunión de esta mañana el “Gabinete de emergencia” analizó un protocolo de acción ante fenómenos previsibles e imprevisibles en el país, como también la puesta en funcionamiento de un sistema de alertas tempranas, teniendo en cuenta que se anuncia un clima muy cambiante.
Según el anuncio de los funcionarios, el Sistema Federal de Emergencias va a “articular” el trabajo “de todas las áreas del Estado” a fin de colaborar con las provincias afectadas. “Más allá de las obras de infraestructura que hacen falta, todas las áreas del Gobierno están trabajando en forma articulada”, destacó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien remarcó que el objetivo es que “el Estado dé respuestas”.
Peña agregó que se trabaja con “todos los gobiernos de las provincias, somos un solo equipo y no importa la bandería política, todos tenemos que trabajar todos juntos”.
El SIFEM fue creado en 1999, pero en los últimos años no se utilizaba como sistema de alerta y contingencia. Ni siquiera funcionó durante las duras inundaciones de Santa Fe de 2003, de La Plata de 2008 y 2013 y de otras muchas regiones del país. Tampoco frente a las erupciones volcánicas que afectaron a las zonas cordilleranas. Y mucho menos para atender las consecuencias de los desastres producidos por multinacionales como la Barrick Gold, como el sufrido este año por la población de Jáchal, San Juan.
Ahora desde el gobierno de Mauricio Macri anunciaron que el SIFEM volverá a trabajar “a pleno en la prevención en zonas sensibles a los cambios climatológicos y distintos fenómenos que puedan afectar a la población”. Poco creíble.
Una emergencia anunciada
La emergencia en el Litoral argentino comenzó en noviembre por las intensas lluvias en el Alto Paraná, con precipitaciones atípicas en cuanto al gran volumen de agua caída, que los especialistas encuadran dentro de los efectos del fenómeno climático de “El Niño”. El mismo está previsto para esta época del año en la región.
En los últimos días, al avance de las aguas de los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay, sobre las diferentes localidades ribereñas, se les suman las constantes precipitaciones, que desbordan arroyos y cauces internos.
En ese sentido, la existencia de más de 20 mil autoevacuados, las terribles complicaciones para que la población acuda a los centros de atención, la falta de condiciones estructurales para evitar muchas de esas complicaciones y, sobre todo, la muerte de personas, incluyendo menores, que por desesperación cayeron presas del agua; no pueden considerarse consecuencias “naturales” provocadas por El Niño.
La fotografía de Mauricio Macri suspendiendo momentáneamente sus vacaciones en Villa La Angostura para visitar las zonas de la catástrofe, habla por sí sola de la relación existente entre el Gobierno y las necesidades del pueblo trabajador.
Más allá de las medidas de contingencia y los paliativos frente a la desesperante situación de miles de personas, lo cierto es que desde “Cambiemos” y el PRO no sólo no parecen estar dispuestos a modificar lo que se hizo durante años en la Ciudad de Buenos Aires, sino que tampoco parecen querer diferenciarse de la lógica con que sus antecesores enfrentaron cada crisis derivada de verdaderos crímenes sociales.
La Izquierda Diario desde hace días viene reflejando esta realidad, con testimonios de autoevacuados y de trabajadoras y trabajadores que organizan la asistencia solidaria que llega tarde o directamente no llega desde el Estado. |