Hace algunos días en un su columna semanal del programa Claves para un mundo mejor, el arzobispo Héctor Aguer, que ya nos tiene acostumbradas a sus declaraciones retrogradas, realizó un análisis particular sobre una campaña publicitaria de preservativos.
“¿Para qué se usa este adminículo? Se lo usa para fornicar. Todos conocemos el sexto mandamiento de la ley de Dios que dice no fornicar, o sea que prohíbe tener relación sexual a dos personas solteras fuera del matrimonio; se lo usa para cometer adulterio”, declaró el guardián de la moral católica en La Plata.
“Suele usarlo quien frecuenta un prostíbulo, para evitar el contagio de una enfermedad de transmisión sexual”, continuó en su cruzada contra el método anticonceptivo el Monseñor, que hace algunos años comenzó una cruzada contra el manual elaborado desde el Ministerio de Educación y Salud para formadores en educación sexual y prevención del SIDA.
Terminó asegurando que: “Cuando se manipula la naturaleza humana de tal manera, cuando se la degrada así, y además incitando a ello como si eso fuera la forma máxima de felicidad, uno sospecha que detrás hay alguien. Está ese personaje sombrío, tremendo, que es el Diablo, el Maligno. Como se dice en el campo: esto es cosa ’e Mandinga y ciertamente lo es”.
Las declaraciones de Aguer se dan a pocos de días de un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres de Salta, donde la Iglesia católica de la provincia impulsa una campaña contra las mujeres y las organizaciones que se reunirán el 11, 12 y 13 de octubre. | 
