Fernando Pérez, de la UCR en Cambiemos, es el secretario de Gobierno del Quilmes de Martiniano Molina y, al mismo tiempo, legislador provincial. El doble cargo generó un debate que excede al distrito. El funcionario cuestionado es, además, el que justifica posibles despidos de trabajadores en el futuro.

El Gabinete municipal de Quilmes, distrito recientemente ganado por el PRO de la mano del mediático Martiniano Molina, tiene como característica distintiva un peso importante del radicalismo, marginal en la mayoría de las instancias de gobierno de Cambiemos. Justamente de la UCR proviene Fernando Pérez, quien se encuentra en medio de una polémica tanto en Quilmes como en toda la provincia por el doble cargo que ostenta como diputado provincial y secretario de Gobierno y Derechos Humanos de la Intendencia quilmeña.

Ante las acusaciones de estar cobrando por partida doble, como “ñoqui”, Pérez sostiene que cobra por la Legislatura y desarrolla el cargo en el Municipio de Quilmes en forma ad honorem. Pero más allá de esta cuestión, Pérez estaría violando la nueva Ley de Ministerios que acaba de hacer aprobar la gobernadora Vidal y que votó él mismo, que prohíbe que cualquier integrante del Poder Legislativo tenga un cargo en el Ejecutivo provincial, cuestión que por lógica sería extensiva al ámbito municipal.

Entre los principales denunciantes de esta situación están los dirigentes de Libres del Sur, más que nada porque una eventual renuncia de Pérez a la Legislatura implicaría que Silvia Saravia, de la mencionada fuerza y que compartiera lista con Pérez en el FAP en el 2013, podría ocupar su banca.

Más allá de cualquier apreciación o conveniencia, lo cierto es que Pérez está violando la propia ley que acaba de votar, sumado a lo cuestionable que puede ser la posibilidad de ejercer los dos cargos al mismo tiempo. Puede decirse que es consecuente con el “republicanismo” macrista.

Y algo aún peor. En el marco de los rumores de ajuste y despidos en el Municipio de Quilmes, que se vienen negando ante los reclamos de los sindicatos, Fernando Pérez fue el único funcionario que reconoció ante los medios que se iba a una “reestructuración en el municipio” porque “hay mucha gente que no tiene una función clara”. Viendo su situación, le convendría buscar otra excusa para implementar sus políticas de ajuste contra los trabajadores.