Tras casi 60 días de paro nacional, las dirigencias del Colegio de Profesores, junto al Gobierno, lograron descomprimir-momentáneamente- una de las luchas de docentes más importante del último tiempo y que se copó la agenda pública durante semanas. En la actualidad, las demandas del profesorado siguen generando debates, manifestaciones y desacuerdos, traducidos hoy en el cuestionado proyecto de Carrera Docente que espera ser aprobado en marzo y que claramente no cumple con las expectativas de miles de profesores.
Es así como el pasado 10 de diciembre la Sala del Senado aprobó la idea de legislar el proyecto que ya se encuentra en segundo trámite constitucional para que mañana miércoles sea discutido de manera “particular” en la Comisión de Educación de la Cámara Alta. Pese a que la discusión será en un día más, ya se han difundido ciertas modificaciones que se habrían presentado y que chocan con las demandas de los profesores y sus cuestionamientos a la educación de mercado que sólo genera competencia, agobio laboral y precariedad.
Una de las modificaciones sería la implementación de una prueba “habilitante” para el ejercicio de la docencia en el sector público, impulsada por el DC, Ignacio Walker, quien pretende establecer una nueva medición que sería de carácter obligatorio y un requisito para obtener el título de profesor. Los estudiantes de pedagogía deberán rendir dos pruebas diagnósticas durante su carrera, cuyos resultados supuestamente no los inhabilitarán para ejercer su profesión. No obstante, el Gobierno planteó que el resultado de la segunda medición sería requisito para la obtención del título.
Walker también presentó cerca de 50 indicaciones al proyecto de ley- además de la mencionada- sumado a otras propuestas por parlamentarios y el Gobierno.
Además de lo anterior, el Ejecutivo propuso otras exigencias para los jóvenes que quieran estudiar pedagogía, como por ejemplo estar en el 30% superior de desempeño de su colegio de enseñanza media, lo que regiría a partir de 2022. Otra indicación que tiene que ver con la reducción de las horas lectivas, establece que serían disminuidas en el 2019, pese a que habían acordado para el 2018.
Por su parte, Jaime Gajardo salió a responder que no aceptarían más pruebas habilitantes, agregando de todas maneras que el gremio está “porque se refuercen los planes de estudio, se aumenten las exigencias, por fijar mejores estándares, enriquecer los currículums, porque las universidades sean acreditadas y que los requisitos aumenten”, contradiciendo la opinión de miles de profesores que salieron a cuestionar el exceso de requisitos, pruebas y exigencias que fortalecen la educación de mercado, competitividad entre docentes y agobio laboral.
“Las pruebas como requisito sólo fomentan la educación mercantil y neoliberal que nos hace competir entre colegas y que no apunta en lo absoluto a las demandas históricas de nuestro gremio. Nos exigen pruebas y evaluaciones como forma de ‘mejorar la calidad en la educación’, pero no dicen nada respecto a la precariedad en las aulas, las falencias para desarrollarnos como profesores, para enseñar, las enormes diferencias socio-económicas en la educación para los niños y jóvenes; menos mencionan la enorme carga laboral y agobio que vivimos día a día, una de nuestras demandas centrales y que no es tomada en cuenta en el rechazado proyecto de ley. La propuesta del Gobierno y de las direcciones del CdP no representa para nada el sentir de los profesores de base”, manifiestan integrantes de la agrupación de profesores Nuestra Clase.
Pese a que en abril las direcciones del Colegio de Profesores manifestaron públicamente que se había “llegado a acuerdo” con las demandas del gremio, estas siguen siendo ignoradas; por lo menos las exigencias más estructurales como poner fin al agobio laboral y cancelar la deuda histórica que en la actualidad están siendo abordadas en “mesas técnicas”, entre otras demandas sentidas para los docentes.
En un año que estará marcado por el debate educacional, principalmente por la reforma que atañe al movimiento estudiantil, se hace totalmente necesario que los profesores del país retomen sus discusiones, asambleas, organización de base y manifestaciones, pues es la única manera que sus demandas sean escuchadas realmente. Más aún cuando se están produciendo diversos ataques contra los profesores que se movilizaron, como es el caso de los 33 despedidos de Renca que hoy luchan por sus reincorporaciones o lo que está ocurriendo en Antofagasta, donde dirigentas sindicales han sido “puestas a disposición”- es decir, han sido removidas de sus colegios para ser incorporadas en otros- por la Corporación de dicha región, en una explícita ofensiva anti sindical.
Razones hay de sobra para que los miles de profesores que lucharon de una manera ejemplar, retomen sus reivindicaciones y vuelvan a salir a las calles hasta cumplir cada una de sus históricas demandas. |