El año empieza movido en el Concejo Deliberante de Guaymallén que preside el radicalismo de Iglesias, las primeras noticias tienen que ver con cesanteos, aumento de tarifas y superpoderes al ejecutivo. Con un presupuesto que define no sólo las partidas de dinero para cada área si no también la toma de deuda para el 2016. La sesión para el tratamiento del mismo debía llevarse a cabo el día 6 de enero, pero se vio frustrada ya que se le solicitaba al ejecutivo remitiera la información pertinente y desde el 5to piso de la municipalidad se retrasaban los informes.

La realidad es que a los concejales se les enviaron distintos proyectos uno hace 15 días, otro hace 2 días los cuales diferían entre sí. Esta situación impedía la discusión sobre la base de una propuesta fehaciente y con datos ciertos, que no dice concretamente cuánto se destina a las áreas más sensibles como salud, educación y cultura. Se convocó desde la presidencia a una nueva sesión para el día siguiente. En la misma se montó un escenario donde entre peronistas y radicales se dedicaron a discutir pases de factura respecto del desempeño de los concejales de ambos bloques sin arribar a lo que realmente le importa al pueblo trabajador de Guaymallén. Hasta el día de hoy el ejecutivo en conjunto con el bloque radical del Concejo pretendían que se votara un presupuesto a ciegas sin ningún tipo de debate serio.

Desde el Frente de Izquierda, Maile Rodriguez y Federico Telera plantearon la necesidad de conocer las partidas presupuestarias, el cálculo de aumento para los sueldos de los trabajadores y el desglose de la deuda que pretenden contraer. Sin estos datos se hace imposible debatir integralmente el presupuesto. Aunque lo que sí podemos demostrar es el ajuste que planean descargar sobre el pueblo trabajador con el acuerdo del peronismo. En el marco de esta crisis se definió que el tratamiento se pasara al próximo miércoles 13 con el compromiso de parte del bloque radical de informar lo solicitado por los ediles.