Cristian Ritondo dispuso este martes el pase a retiro activo obligatorio de siete comisarios generales que integraban la cúpula de la Policía bonaerense y estaban a cargo de Superintendencias de Seguridad, Seguridad Vial y Suministro.
Los desplazados fueron el comisario general Miguel Ángel Maccario, a cargo de la Superintendencia de Seguridad de San Martín-Tres de Febrero; el comisario general Oscar Eduardo Terminiello, superintendente de Seguridad Interior Centro; el comisario general Gabriel Alejandro Lamónico, superintendente de Seguridad Interior Sur; y el comisario general Miguel Ángel Alanís, superintendente de Seguridad Oeste.
La lista de retiros se completa con el comisario general Claudio Marcelo Blanco, a cargo de la Superintendencia de Seguridad; el comisario general Claudio Alejandro López, director provincial de Suministro; y el comisario general Rubén Alberto Lobos, responsable de la Superintendencia de Seguridad Vial.
Según fuentes oficiales, los reemplazantes de estos siete comisarios generales aún no fueron designados y recién se los dará a conocer cuando sean definidos en los próximos días. El ministro comunico que en los próximos meses habrá más cambios en la fuerza bonaerense.
Estos cambios se produjeron tras la captura de los prófugos del triple crimen, los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci. Al respecto de la investigación del caso, según Infobae, el ministro afirmó que tiene en su poder "audios de policías que ayudaron a los prófugos". Sobre este material precisó que "son dos casos de irregularidades comprobadas mediante escuchas telefónicas. Detectamos personal de la DDI de Quilmes hablando con una de las personas que habían estado en la quinta de ’el faraón´. Uno es un comisario y otro es un policía de bajo rango".
La noticia se presenta como un intento de solución a la crisis abierta por la fuga. Pero las purgas pasan y la Bonaerense queda. |