Tras la noticia del fin de la prestación de servicios, los trabajadores realizaron asambleas para discutir los pasos a seguir. APTA se declaró en estado de alerta. En el Ministerio de Trabajo la negociación pasó a cuarto intermedio hasta el lunes próximo.
La noticia se conoció temprano. La empresa Sol Líneas Áreas anunciaba el fin de la prestación de servicios y dejaba 300 trabajadores en la calle. Estos despidos se suman a la ola que viene creciendo desde el inicio de la gestión Macri. Como se informó ayer, son ya varias decenas de miles los trabajadores despedidos en el Estado y en empresas privadas.
Sol declaró que cesaba en sus actividades como resultado de la "inviabilidad económica (...) fruto de la rescisión del acuerdo de cooperación que fuera firmado con Aerolíneas Argentinas". La nueva gestión de la empresa de bandera nacional, bajo dirección de la ex CEO de GM Isela Costantini, anuló ese acuerdo que regía desde mediados de 2014.
Rápidamente el acuerdo se transformó en motivo de disputa entre el nuevo gobierno y sus medios afines y el kirchnerismo. Mientras desde Clarín y otros medios se ponía hincapié en los costos que ese acuerdo implicaba para Aerolíneas Argentinas, funcionarios del anterior gobierno salieron a defenderlo.
El ex presidente de la empresa, Mariano Recalde afirmó que "el acuerdo era un excelente negocio" y que “las únicas que se benefician (con la quiebra de Sol) son las líneas privadas que vuelan en el país, por ejemplo Lan”.
Según Recalde, el acuerdo establecido implicaba que Sol “llegaba a destinos donde no estamos o no tenemos la oferta suficiente, como Villa Gesell, Villa María, Río Cuarto, Mar del Plata, y este año pensábamos incluir a Concordia”.
Resistencia de los trabajadores
Mientras el nuevo y el viejo oficialismo se tiraban la pelota entre ellos, los trabajadores y trabajadoras de Sol realizaban asambleas y decidían resistir los despidos.
Otros sectores de trabajadores aeronáuticos se solidarizaron con ellos inmediatamente. Los trabajadores de Falcon votaron en asamblea acercar la solidaridad a las 300 familias de Sol que luchan por su fuente de trabajo. También dieron su apoyo trabajadores petroleros y delegados de la Administración Nacional de la Aviación Civil.
Por la mañana APTA (Asociación del Personal Técnico Aeronáutica Argentino) se había declarado en “estado de alerta” pero tomando claramente posición de parte del nuevo gobierno afirmando que “las nuevas autoridades de Aerolíneas Argentinas y Austral además de haber anulado abruptamente dicho contrato con Sol, tienen el deber y la obligación como funcionarios públicos, de denunciar penalmente a todos los responsables de haber defraudado al Estado argentino, a Mariano Recalde junto al directorio y demás responsables, por haber despilfarrado y/o desviado el dinero del Estado nacional, en detrimento de todos los argentinos”.
Después, para confirmar que no pensaban enfrentar seriamente los despidos, agregaba que “en caso de los cuarenta compañeros afiliados a APTA, nuestra asociación intercederá directamente ante las autoridades de Lan Argentina, Aerolíneas Argentinas y Austral, para que sean incorporados a las Áreas Técnicas y Operativas de dichas empresas”.
Horas después, para que no quedara ninguna duda, los gremios del sector confirmaron que no habrá “paro general en líneas aéreas por el conflicto de Sol”.
Por la tarde, los trabajadores tuvieron una reunión en el Ministerio de Trabajo donde la patronal ofreció indemnizaciones al 50 %, lo que fue rechazado por los trabajadores. Con esa decisión la negociación pasó a cuarto intermedio hasta el lunes próximo.