Una mujer de 52 años se encuentra internada en la ciudad de Rosario por un cuadro compatible con dengue. Si bien las autoridades aún no confirmaron el diagnóstico, los primeros análisis de laboratorio habrían resultado positivos para la infección.
Este caso se suma a otros 10 en la ciudad de Rosario, siendo en total 16 los afectados en la provincia de Santa Fe. Pero lo que sembró la alarma es que este caso se trataría del primero en el que la infección fue contraída en la ciudad de Rosario.
La infección, que se transmite por la picadura de un mosquito de la especie Aedes aegypti infectado por el virus (no se contagia de persona a persona), se caracteriza por fiebres altas, dolores articulares y musculares, y, en los casos más graves, sangrados y afectación de múltiples órganos, que puede llevar a la muerte (Ver: “Síntomas y cómo prevenir la enfermedad por el virus del dengue”).
De confirmarse este diagnóstico se constataría la circulación del mosquito infectado en la provincia de Santa Fe, que se sumaría a Misiones y Formosa, en las que el brote se prenseta con mayor intensidad con casi un centenar de contagios locales, y a las provincias de Buenos Aires y Córdoba, en las que recientemente se informaron también casos autóctonos.
En los vecinos Brasil y Paraguay la situación es de epidemia declarada, con más de un millón de casos y más de 10 casos nuevos por día.
Según el secretario de Promoción de Programas Sanitarios del Ministerio de Salud nacional, Néstor Abel Pérez Baliño, la situación de dengue en el país “este año tomó características de brote, como una situación epidémica en algunas partes del país”.
Desde la dirección de Epidemiología de la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Rosario se recomendó a la población el uso frecuente de repelentes para mosquitos (excepto en menores de dos meses de edad), la eliminación de los recipientes que contengan agua y la consulta inmediata al médico en caso de fiebre mayor a 38º y dolores musculares.
El dengue en Argentina
Nuestro país presenta, anualmente, circulación del virus del dengue durante el verano, aunque las epidemias son menos frecuentes. La peor epidemia de dengue del país se dio en el año 2009 con aproximadamente 26.000 casos y más de una decena de muertos entre casos confirmados y sospechados.
A pesar de que, tras de la epidemia, se planteó la inversión en tareas de prevención de transmisión y eliminación de vectores, además de políticas de promoción de conductas saludables, la realidad es que la Argentina se encuentra, nuevamente, frente a un extenso brote de dengue, cuya severidad resulta imposible de predecir.
Como denunciaba La Izquierda Diario hace pocos días, la mayor circulación del virus del dengue y la aparición de epidemias se vincula con la expansión de la frontera agropecuaria y la fumigación de herbicidas para la explotación agrícola.
A pesar de que las medidas de “descacharrización” (es decir, eliminar los reservorios de agua donde pone sus huevos el mosquito) y fumigación son correctas, no puede perderse de vista que la situación actual es producto del enorme negocio agropecuario, amparado por el Estado, de la falta de inversión en infraestructura sanitaria y de la situación de pobreza en la que se encuentran millones de personas que viven en condiciones de precariedad.
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