Este fin de semana conocimos dos nuevos casos de feminicidios. Uno ha ocurrido en Valencia, donde María Santos de 73 años ha aparecido acuchillada y degollada a manos de su marido, que luego se ha suicidado. El otro ha tenido lugar en Palma de Mallorca, en el que una mujer identificada como J.L ha sido estrangulada con el cable del cargador del teléfono por su marido que llamó él mismo a emergencias y confesó haberla asesinado.
Según recoge Feminicidio.net, ascienden a nueve las víctimas mortales en los 25 días que llevamos de este nuevo año. Una cifra que coloca este enero como uno de los más trágicos de la última década. Pero no hay que olvidar a las más de 100 mujeres asesinadas un año tras otro que convierte la violencia que se ejerce contra las mujeres en una de las mayores lacras de este sistema capitalista.
No sólo aumentan las mujeres asesinadas por violencia machista, sino que también hay un incremento significativo en las llamadas al teléfono 016, servicio que da información y asesoramiento jurídico en el tema de violencia de género. El año 2015 se cerró con un total de 81.992 llamadas que supera con creces las realizadas en los años anteriores.
No hay que olvidar que no son sólo números y estadísticas, sino que son mujeres con nombres y apellidos, con una vida y una historia a las que se les ha puesto punto y final por el simple hecho de ser mujeres.
Son consecuencia de un machismo que se perpetúa cotidianamente en los centros de estudio, en los centros de trabajo, en las casas y en las calles. En una sociedad donde abundan todo tipo de anuncios, películas, series, programas y canciones que supeditan la mujer al hombre convirtiéndola en un mero objeto sumiso.
En un sistema capitalista y patriarcal en el que las instituciones y los medios invisibilizan el terrorismo machista, el gobierno recorta el presupuesto para ayudas contra la violencia de género y los partidos políticos utilizan el tema sólo en sus campañas electorales.
En un Estado en el que la Iglesia sigue teniendo voz haciendo declaraciones que culpabilizan a la mujer de su situación, las últimas las del Arzobispo de Toledo, que en una homilía expuso que “frecuentemente, las reacciones machistas tienen su origen en que ella ha pedido la separación”.
Ante este panorama, el movimiento de mujeres que sale a la calle para luchar contra todo tipo de violencia machista va en aumento y cada vez son más las concentraciones y campañas que se llevan a cabo para gritar con rabia por las que ya no pueden hacerlo. |