Fotografía: Enfoque Rojo / Angelines Lago
Este miércoles, en los noticieros de la noche, los grandes medios tuvieron que dar cuenta de uno de los hechos más destacado del día. El reclamo por la libertad de Milagro Sala se había sentido en las calles de distintos lugares del país. Pero además, todos tenían que subrayar el protagonismo de la izquierda y reconocían que la otra gran bandera de las movilizaciones había sido el rechazo a la criminalización de la protesta.
Las acciones fueron convocadas por distintas organizaciones sociales y políticas. La izquierda, que en su mayoría viene impulsando la unidad de acción exigiendo la libertad de Sala, fue la principal protagonista de las acciones. Desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, se lanzó una convocatoria para marchar a Plaza de Mayo y en otros puntos del país. El PTS y junto a la mayoría de las organizaciones que participan del EMVJ, habían dado una pelea política para participar de las acciones unitarias por la libertad de Sala, como un polo independiente. Luego de este debate el Partido Obrero participó por primera vez de una movilización desde el encarcelamiento de Sala en una protesta.
A las 18 horas comenzaron a salir desde el Congreso las columnas el Encuentro. Estaban encabezadas por Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), Enrique Fuckman (Ex Detenidos Desaparecidos), Alejandrina Barry (CeProDH) y otros referentes de organismos de derechos humanos independientes (Correpi, Apel, Liberpueblo). También estaban los principales referentes de la izquierda, como Christian Castillo y Patricio del Corro (PTS-FIT), Néstor Pitrola (PO-FIT), Juan Carlos Giordano (IS-FIT), Vilma Ripoll (MST) y de otras corrientes (MAS, PSTU, CS, TPR). Los acompañaban referentes del sindicalismo clasista, centros de estudiantes combativos y movimientos sociales.
Detrás venían las columnas de la izquierda que ocupaban 5 cuadras de la Avenida de Mayo. Solo decidieron ausentarse el PCR y la CCC. La del PTS-Frente de Izquierda era la más destacada, hay que decirlo. La misma escena se repitió en distintos lugares del país, donde la izquierda aportó el grueso de los manifestantes en Neuquén, Rosario, Mendoza, Salta y sumó sus fuerzas también en Jujuy.
Durante la marcha, como reflejó La Izquierda Diario, distintos referentes plantearon cuáles eran las banderas que levantaba la movilización encabezada por el Encuentro. Como señalaba Nora Cortiñas, “no queremos que se criminalice la protesta y haya arbitrariedades por razones políticas. No queremos despidos ni que se avasallen los derechos de los trabajadores". Christian Castillo agregaba que “Macri y Morales quieren dar una señal a los trabajadores que están peleando contra los despidos y antes de las negociaciones paritarias apresando a Milagro Sala por hacer un acampe". También estaba presente el reclamo por el desprocesamiento de los más de 4000 luchadores populares.
La Plaza y la pelea contra los avances represivos
Las columnas del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia llegaron a las 19:30 horas a la Plaza de Mayo. Allí se estaba realizando otra acción, convocada por la Tupac Amaru, con la participación de la CTA de los Trabajadores, Nuevo Encuentro y otras organizaciones del espacio kirchnerista, que desde temprano habían instalado una carpa. La convocatoria, sin embargo, era significativamente menor que la realizada en el mismo lugar el lunes 18 de enero. La Cámpora aportó algunas decenas de militantes, lo mismo que otras de las corrientes que militan en el espacio de Sala. Esa participación, que apenas superaba las 500 personas, contrastaba con la movilización de la izquierda y los organismos independientes.
¿Por qué no se vienen movilizando contra este caso de persecución política como lo hicieron masivamente en “las plazas y parques” que rechazaron el despido de Victor Hugo o la Ley de Medios?
Lo cierto es que la mayoría de los referentes del Frente para la Victoria se ha llamado a silencio sobre la detención. Sólo algunos han hablado, más para sostener un relato opositor contra Macri que para organizar la pelea por la libertad de Sala. El silencio de los gobernadores peronistas se parece a un apoyo tácito a Morales: en la práctica todos están de acuerdo con la criminalización de la protesta. La decreciente movilización parece ser la consecuencia de esas posiciones políticas.
La izquierda, mientras tanto, entró con fuerza a la Plaza para manifestar el rechazo a la detención de Sala y la criminalización de la protesta. Nadie puede negar que está participando sin mezquindades y con sus propias banderas en cada una de las acciones unitarias en defensa de las libertades democráticas.
En la Plaza se realizó entonces un breve pero multitudinario acto del Encuentro, donde se leyó el documento acordado por las organizaciones lo conforman. Allí se planteó que “la detención ordenada por Gerardo Morales bajo la acusación de "instigación pública a cometer delito y sedición" se da en un momento donde arrecian los despidos en la administración pública nacional, en las provinciales y municipales y en el sector privado, y tiene por objetivo amedrentar a todos aquellos que deseen luchar por sus derechos”. Dejó claro además que se trata de una pelea histórica y consecuente contra los ataques de los distintos gobiernos de turno: “denunciamos y enfrentamos la criminalización de la protesta llevada a delante por los gobiernos de Menem, De la Rúa, Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández y el hoy de Mauricio Macri”.
Alzando la voz, el orador cerró dejando claras las consignas con que se había movilizado la izquierda y los organismos independientes: inmediata libertad a Milagro Sala, basta de criminalizar la protesta, la pobreza y la juventud, derogación de las leyes antiterroristas y de toda legislación represiva.
Al cierre de esta edición había informaciones sobre una amenaza de desalojo sobre el acampe en Plaza de Mayo. | 
