Los empleadores estadounidenses intensificaron la contratación en septiembre y la tasa de desempleo cayó a su mínimo en seis años. El informe del viernes sobre la contratación es el indicador más significativo de la salud de la economía de cara a las elecciones de congresales en noviembre según Reuters.
Las nóminas de empleo no agrícolas de Estados Unidos aumentaron en 248.000 el mes pasado y la tasa de desempleo cayó a 5,9 por ciento, la más baja desde julio de 2008, dijo el Departamento de Trabajo. Los resultados mostraron un mercado laboral más fuerte de lo esperado por los analistas.
El gobierno también dijo que 69.000 puestos de trabajo más habían sido añadidos a las nóminas de julio y agosto que lo estimado previamente. En Agosto el desempleo fue de 6,1% y en ese momento hubo una preocupación porque se esperaba una mejor performance de las contrataciones.
"Lo que vemos es una confianza medida. El sector empresarial es ahora mucho más propenso a contratar incluso antes de que haya una caída en sus inventarios," Patrick O’Keefe, economista de CohnReznick y ex funcionario del Departamento de Trabajo, dijo antes de el informe.
Según publicó The New York Times, "El mercado laboral es mucho más saludable que en cualquier momento desde la Gran Recesión", dijo el informe de Jackie Odum y Michael Madowitz del Center for American Progress.
Hubo algunos inconvenientes en el informe. Cabe destacar que parte de la disminución en la tasa de desempleo era porque los trabajadores abandonaron la fuerza laboral. La proporción de la población con empleo o en búsqueda de uno cayó al 62,7 por ciento, su nivel más bajo desde 1978. Esa tasa ha disminuido en los últimos años a medida que más trabajadores se han jubilado y como la gente ha renunciado a buscar puestos de trabajo debido a una economía débil.
Sin embargo, una medida de desempleo que tiene en cuenta parcialmente a los trabajadores que dejan de buscar empleo –los denominados “desanimados”- que el gobierno llama la tasa U-6 cayó el mes pasado a un 11,8 por ciento, su nivel más bajo desde octubre de 2008.
A pesar de cierta mejora en el mercado de trabajo es difícil interpretar los datos de empleo de setiembre de una manera optimista. Los salarios reales prácticamente están estancados desde el 2007 y la proporción de la población que trabaja o busca empleo sigue disminuyendo. Estos indicadores señalan que los “fundamentals” económicos no gozan de muy buena salud. La proximidad de las elecciones en noviembre puede despertar esperanzas en la economía norteamericana, aunque aún se está muy lejos de cantar victoria. Las autoridades de la Reserva Federal lo saben, por eso aún tienen dudas sobre cuando es el momento de subir la tasa de interés. En la próxima reunión de su organismo el 28 de Octubre tendremos un nuevo capítulo de esta saga.
Redacción ID / Reuters, The New York Times |