Esta semana el Gobierno se juega a hacer votar en el Senado dos temas por los que viene bregando hace semanas: el cambio de sede para el pago de la deuda externa y la modificación a la ley de abastecimiento. Para ambos temas cuenta en el Senado con el número necesario tanto para lograr el quorum como para aprobar y girar sin problemas a Diputados los 4 proyectos de ley en cuestión.
También en la Cámara de Diputados habrá actividad intensa este miércoles con la visita de Jorge Capitanich para dar su “informe de la marcha de la gestión del Gobierno”. Esta vez la oposición patronal promete asistir a la sesión. Y es de esperar que otra vez la presunta “interpelación” nuevamente no sea tal: a las preguntas hechas en el recinto por parte de los diputados Capitanich contesta oralmente sólo lo que quiere, como un diálogo de sordos. Por escrito no hay mejor suerte: las respuestas a las preguntas formuladas hace casi dos meses por los diputados son entregadas minutos antes de la sesión, y la mayoría de ellas está en blanco. Una verdadera pantomima de interpelación.
Volviendo al Senado, en lo que algunos medios denominan el Supermiércoles, el Gobierno no tendrá mayores inconvenientes a la hora de hacer votar sus iniciativas, lo que algunos otros medios llaman “la escribanía K”. El debate arrancará al mediodía con la denominada “Ley de Pago Soberano”, que no es otra cosa que una norma para cambiar el domicilio de pago de los bonos argentinos en un intento por escapar a la jurisdicción norteamericana para el pago a los bonistas que este mismo Gobierno aceptó en los canjes de 2005 y 2010 y así seguir haciendo honor a la tradición de “pagadores seriales”.
El Gobierno necesita tener sancionada esta ley antes del 30 de septiembre, fecha en la que vence un pago de US$ 200 millones. Una vez aprobado el proyecto este miércoles en el Senado, se convertirá en la prioridad para el kirchnerismo la semana que viene en Diputados, donde comenzaría su tratamiento en comisiones. Los diputados del Frente de Izquierda ya adelantaron su rechazo a este proyecto e insistirán en su propuesta de que se realice una consulta popular para definir qué hacer con la ilegítima deuda externa, ya pagada con creces por cada uno de los Gobiernos que siguieron a la dictadura a costa del pueblo argentino.
Luego del tema de la deuda, los senadores debatirán los proyectos sobre abastecimiento y defensa del consumidor.
Seguramente la oposición intentará tener su momento de exposición impugnando la presencia de Amado Boudou en el Senado, de quien sus voceros ya anunciaron su presencia en la sesión. Una vez más la oposición patronal intentará tener su minuto de gloria ante las cámaras tratando de sacar provecho de la situación del impresentable Boudou para mejor posicionarse en vistas a las elecciones del año próximo. Hipócritamente señalarán con el dedo, cuando todos ellos tuvieron, tienen y tendrán en sus filas su propio Boudou, sus mafias y sus negociados de corrupción. Asistiremos pues a otra pantomima, esta vez en la Cámara Alta. | 
