El rechazo de la Corte Suprema al desafuero del diputado de derecha Gustavo Hasbún, fue un fuerte golpe para Rodrigo Avilés, su familia, amigos y organizaciones sociales y políticas que lo apoyan. De esta manera, la justicia permite que los dichos del diputado queden en la impunidad.
Según dijo en su momento Hasbún, Bachelet “es capaz de ir a saludar al padre de una persona que, en forma encapuchada, que había tenido participación inclusive en saqueos en locales comerciales, en desórdenes y que fue víctima de un accidente, es capaz de ir a saludarlo”, esto luego de que Rodrigo Avilés sufriera graves secuelas debido al chorro lanzado por el carro lanza aguas de carabineros, secuelas que lo tienen aun en recuperación.
A raíz de estos dichos, la familia de Rodrigo Avilés presentó una querella contra Hasbún por injurias y calumnias, la que fue ratificada en la semana por el propio Rodrigo, que acaba de ser desestimada por la Corte Suprema.
En palabras de Félix Avilés, padre del estudiante herido, se trata de “una muy mala señal en la búsqueda del respeto a la honra y a la dignidad de las personas y acabar con una sociedad que está empapada de tantos hechos y actos tramposos, delictivos”.
Señaló además que “me parece curioso que habiendo fallado 22 ministros contra tres a favor de estos hechos, esa verdad jurídica haya sido barrida y desconocida por la Corte Suprema”. De todos modos, indicó que las querellas que presentaron contra Carabineros sigue en curso y que aun están esperando para recibir el informe policial que la institución se comprometió, hace meses atrás.
¿Cómo se explica el fallo de la Corte Suprema?
El fallo de la Corte no es casual, sino que se enmarca en la aprobación del control de identidad preventivo, que no es más que el endurecimiento de la política represiva y criminalizadora, no solo endureciendo penas por robo y hurto –mientras los parlamentarios y políticos implicados en casos de financiamiento irregular están todos libres, lo mismo que empresarios acusados por colusión- sino que además amplia las facultades para la policía y carabineros puedan exigir la identificación a cualquier persona, incluso menores de edad. Se trata del famoso “control preventivo” que incluso fue criticado por la Unicef porque vulnera los derechos de los niños y jóvenes, y de las personas en general, las que pueden ser detenidas hasta cuatro horas si andan sin identificación, mientras los menores de 14 a 18 años hasta una hora.
Se trata de una nueva detención por sospecha, que será utilizada no solo contra los sectores populares, sino también contra los que luchan. Recordemos que ya en las marchas estudiantiles de los últimos años carabineros detiene sin motivo, esto sin contar la gran cantidad de denuncias por golpes, apremios ilegítimos e incluso tortura que ellos ejercen.
El proyecto es apoyado por la derecha y la Nueva Mayoría y permite, por ejemplo, que se controle a personas cuando haya “aglomeración”, en otras palabras, en movilizaciones o marchas. Se trata de instalar el miedo, la criminalización, la idea de delincuencia. Esto desde el régimen mismo, con la ayuda de los grandes medios de comunicación y las fuerzas policiales y armadas.
Hay que condenar los dichos de Hasbún y exigir el retiro de la ley de detención por sospecha, un nuevo ataque de régimen contra los trabajadores, el pueblo y todos los que luchan. |
