Lo que admite la investigación
La realizó la comisión de visita de cárceles de la Corte Apelaciones de Santiago. Los resultados son el espanto.
Los presos viven con parásitos. Comen con las manos. Duermen unos sobre los otros, con 14 personas habitando espacios de 8 metros cuadrados.
La infraestructura está destruida: “rotura de cañerías que mantienen un pérdida constante de aguas corriendo en los pisos”, “instalaciones eléctricas irregulares, que constituyen una amenaza permanente, no sólo de electrocución de algunos internos, sino que también como agentes potencialmente generadores de incendios".
Humillaciones inaceptables, haciendo pasar hambre a los detenidos, porque están sin alimentación durante largas horas. Por ejemplo, en una de los recintos, la última comida es a las 17:00 horas y la siguiente a las 9:00 horas del día siguiente. Además, la entregan sin servicios obligándolos a comer con las manos.
Los castigos son brutales, con el otro encierro, el de las celdas de aislamiento en condiciones "absolutamente inhumanas".
Los gendarmes reclaman su marginación. Pero acá no termina todo.
Castigos, abusos, humillaciones
Estas constataciones de la Justicia, se suman a otras investigaciones, como el Informe “Estudio de las condiciones carcelarias en Chile: diagnóstico del cumplimiento de los estándares internacionales de derechos humanos” del Instituto Nacional de Derechos Humanos, que puede consultarse aquí (http://bibliotecadigital.indh.cl/bitstream/handle/123456789/639/Estudio%20general?sequence=4).
Da cuenta de los malos tratos o torturas en contra de internos.
Las sanciones disciplinarias son otra muestra. Existe lo que se conoce como “pago al contado”, que “se refiere a la imposición de una sanción al momento de ser sorprendido/a un/a interno/a cometiendo una infracción, ante lo cual se le ofrece no ingresar el parte y aplicar la sanción, a cambio de la realización de determinados ejercicios físicos –como por ejemplo, 100 sentadillas o abdominales– o ser golpeado/a por los/as funcionarios/as”. El castigo en celdas de aislamiento es el más aplicado, con los máximos abusos, entre los efectos están hasta el desarrollo de psicosis. Los abusos en los allanamientos son otro ejemplo.
Nada de todo esto responde a las denuncias que los gendarmes hacen sobre sus condiciones salariales y otras. Son propias de un régimen carcelario hecho para humillar al pueblo trabajador, mientras que los corruptos de cuello y corbata no son sancionados o reciben penas irrisorias, o los privilegios de los represores en su cárceles de lujo. |