A 49 años de su muerte recordamos a Violeta Parra, una artista multifacética que durante casi toda su corta vida se zambulle en las entrañas del folclore chileno para ahondar en la realidad social, económica y política de los pobres, trabajadores y mapuches que fueron su fuente de inspiración. Realidad a la que no fue ajena ya que tuvo que abandonar sus estudios luego de la muerte de su padre para trabajar y ayudar a sostener a su familia saliendo por barrios y ciudades cercanas a cantar en bares y ferias, lo que da comienzo a su carrera como cantautora.
Su gran sensibilidad es expresada también a través de sus pinturas, cerámica, tapices y poemas.
Nacida el 4 de octubre de 1917. Hija de Nicanor Parra, profesor de música y folclorista y Clarisa Sandoval Navarrete, campesina y cantora. Se caracterizaba por su firme carácter, su irreverencia y su tremenda sensibilidad atravesada por profundas crisis emocionales como fue la muerte de su hija Rosita Clara para quien compone Rin del angelito y desilusiones amorosas a las que dedica muchas de sus composiciones como Run run se fue pal norte, Que he sacado con quererte, Corazón maldito, entre otras.
Recorre Chile en toda su extensión y desarrolla un gran trabajo de recopilación y grabación de música folclórica, así es como se convierte en una referente de la música popular chilena. Realiza varias giras por Europa y recorre la Unión Soviética .
Su obra refleja desde las entrañas una época de convulsiones políticas y sociales, plasmada en sus canciones con la sencillez y la fuerza suficiente para calar en lo mas hondo de quienes las tomaron como un fiel reflejo de la realidad. En Arriba quemando el sol describe el duro trabajo y la vida de los mineros del salitre, del cobre y del carbón. Con Arauco tiene una pena hace referencia al pueblo mapuche hostigado por los españoles y luego hostigado por los mismos chilenos
Arauco tiene una pena
que no la puedo callar
son injusticias de siglos
que todos ven aplicar,
nadie le ha puesto remedio
pudiendolo remediar
levántate Huenchullán
Violeta parra fue la precursora de la canción chilena, movimiento músico-social que se desarrollo formalmente durante la década del 60.
El 5 de febrero de 1967 le puso fin a su vida de un disparo en la sien, a los 49 años con una profunda tristeza por la separación de su gran amor, agobiada por la muerte de su hija menor y desanimada por la poca repercusión de su ultimo proyecto cultural. En 1966 grabo su ultimo disco que contiene Gracias a la vida, como una dulce despedida y Maldigo del alto cielo como un adiós duro y furioso, entre otras.