A mediados de los años ’40, el referato argentino estaba muy mal considerado; los mismos favorecían a los equipos grandes y a los locales. En realidad, esto ya venía ocurriendo desde la última etapa del Amateurismo. Se hablaba también de soborno y arreglos, esto desencadenó varios hechos violentos; en uno de ellos, en 1946, Osvaldo Cossio se salvó por un pelo de que lo lincharan en un partido entre Newell’s y San Lorenzo. Tan es así que la AFA, a partir de 1948 decidió contratar a un grupo de referís ingleses para que impartieran justicia en nuestro fútbol.
Los árbitros ingleses contratados posan en la sede de la AFA. Parados: Dean, Gibbs y Hartles; sentados: Provan, Gregory, White, Cox y Brown.
El 18 de abril de 1948, se produjo el debut de los árbitros británicos. Aubrey White, dirigió el partido Independiente 10, Rosario Central 2; James Provan, Boca Juniors 1, Racing 4; William Brown, Tigre 1, River Plate 4; Leonel Gibbs, Newell’s 3, Vélez Sarsfield 1; Calden Dean, Estudiantes 2, Lanús 1; Harry Hartles, San Lorenzo 0, Huracán 1; Davis Gregory, Banfield 4 Gimnasia y Esgrima L. P. 2 y John Cox, Platense 3, Chacarita 2.
Cuenta Pablo Ramírez en su libro, “Fútbol: Historia del Profesionalismo”, "Fue evidente que los árbitros restablecieron la paridad entre equipos grandes y chicos, cosa que no ocurría con los jueces locales, inevitablemente sujetos a las presiones de toda índole que siempre los ha volcado insensiblemente en favor de los más poderosos…”.
Gracias a un pedido de ellos produjeron un cambio histórico en el fútbol vernáculo. A partir de la novena fecha del campeonato de primera "A" de 1949 los jugadores comenzaron a utilizar camisetas con números en sus espaldas con el fin de ser mejor identificados.
Leonel Gibbs, árbitro británico que dirigió durante la temporada de 1948 y regresó a su país por cuestiones familiares.
Transcurrieron los años, y esta camada de jueces fue suplantada por otra, que fueron intercalando con referís "criollos". En 1958 finalizaron sus contratos. El último británico que dirigió aquí fue Robert Turner, quien se radicó en la Argentina y actuó hasta 1962, por haber llegado al límite de edad.
Entre 1958 y 1959, también dirigió en nuestro país, Edwin Hieger, austríaco, nacionalizado peruano. |