El viernes, en violentos operativos con 200 miembros de la policía local y la gendarmería, fueron desalojadas parte de las familias que están ocupando terrenos en San Nicolás en reclamo de una vivienda digna.
Una delegación del PTS junto a Hugo Sívori, ex candidato a intendente por el Frente de Izquierda, se hizo presentes para expresar nuestra solidaridad con las mujeres y dialogar con las familias. Expresan la situación de miseria y el abandono al que los ha llevado el poder político, que no se ha acercado a escuchar sus necesidades y reclamos. Particularmente denuncian a la intendencia local de Ismael Passaglia, enrolado en el FpV, que en época de elecciones recurrió a muchos de ellos para juntar votos pero que ahora ni los atiende. En los terrenos hay cientos de niños con enfermedades durmiendo en pisos húmedos y con las amenazas latentes de nuevos desalojos.
El cansancio de la espera de hasta 10 años y la desconfianza en que las soluciones vengan desde arriba empujó a las ocupaciones y a la amenaza de marchas y cortes de calles. El problema habitacional en San Nicolás es tan grave como en la provincia y el país. En una ciudad con casi 50.000 viviendas, faltan aún para 7000 familias y no hay planes accesibles. En el país, mientras hay 12,2 millones de familias y 13,8 millones de viviendas, hay igual 3 millones de familias sin hogar. Es que la especulación y los cada vez más elevados alquileres hace que el sueño de una vivienda propia sea cada vez más eso: un sueño. A la vez, desde el 2001 al 2010 se redujo la cantidad de familias con vivienda propia y aumentó quienes alquilan. Una década ganada para las inmobiliarias.
Los principales medios orquestaron una campaña reaccionaria en los pocos días que van: son vagos que no quieren trabajar, que vienen de afuera a ocuparle el terreno a otros. Buscan generar un ambiente social para reprimirlos y desalojarlos. La misma campaña que hace el macrismo con Milagro Sala o con los despidos de los “ñoquis”. Y el kirchnerismo actúa igual: haciendo oídos sordos y dejándolo pasar. Pero en este caso, la municipalidad y la policía son dirigidas por el propio kirchnerismo. Los acusan de delincuentes por ocupar un terreno, condenando a quienes no tienen otra salida. Pero no discuten el negocio y la especulación con los terrenos ociosos: mientras miles de familias no tienen dónde vivir, los terrenos se mantienen sin uso a la espera de remate judicial para comprarlos a precios bajísimos y obtener grandes ganancias. Estos empresarios inmobiliarios junto a los poderes políticos que los amparan son quienes empujan a la miseria –y, por ende, a las tomas- a miles de familias para llenarse los bolsillos.
Enfrentar el ajuste, la represión y los despidos
El derecho a la vivienda propia debe garantizarlo el estado y el reclamo debe ser tomado por el conjunto de las organizaciones de los trabajadores, las mujeres y la juventud. El 24 de febrero, marcharemos en el paro nacional de ATE contra los despidos y contra la criminalización de la protesta. La defensa de las familias en lucha por su vivienda tiene que ser una bandera más en San Nicolás. A la vez que exigimos terminar con la precarización laboral y lograr el pase a planta permanente de todos los trabajadores, con jornadas de 8 horas de lunes a viernes y un salario igual a la canasta familiar para terminar con la desocupación, peleamos por un plan de obras públicas controladas por los trabajadores y beneficiarios para la construcción de las 7 mil viviendas faltantes.
La plata está: en base a impuestos a las grandes fortunas del campo y la industria se puede financiar en forma inmediata. La pelea por el derecho a la vivienda, al igual que la defensa frente a la represión, deben ser tomadas por todos los sindicatos de la región, empezando por ATE y la CTA que convocan al paro del 24 de febrero, abriendo la movilización a la lucha de las familias sin techo. |