El fiscal federal Federico Delgado llevó adelante una investigación judicial donde verifica que existe una zona administrativamente liberada para el funcionamiento de talleres textiles clandestinos.
Los barrios involucrados son Flores, Floresta, Villa Mitre, Villa Santa Rita y Parque Avellaneda, de acuerdo con el informe es aquí donde los explotadores pueden instalarse abiertamente y donde no serán molestados en el ejercicio de su actividad.
La investigación se llevó a cabo en el marco de una causa por trata de personas para explotación laboral, iniciada a partir de una presentación realizada por el legislador Gustavo Vera, fundador de Alameda.
El informe revela datos alarmantes: de los 72 domicilios allanados, sólo tres estaban habilitados como talleres textiles y 69 funcionaban clandestinamente. La mayoría de las personas allí encontradas eran bolivianas y paraguayas, que en promedio trabajan casi 9 horas y media por día y cobran apenas 31 pesos por hora, aproximadamente la mitad de lo que gana una empleada doméstica. Mientras que quienes figuran como encargados, explotadores, son de nacionalidad china y coreana, se sospecha que éstos son testaferros.
No es casualidad que la zona relevada sea la misma en donde meses atrás murieran asfixiados dos hermanitos, de 7 y 10 años, hijos de un matrimonio de nacionalidad boliviana que se desempeñaban en uno de esos talleres.
El fiscal Delgado remitió el informe al juez De Giorgi, y envió una copia a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, a cargo de Marcelo Colombo y a la Procuradora Alejandra Gils Carbó.
En su investigación Delgado advirtió las serias fallas y grietas en el circuito administrativo que lleva a la habilitación de un taller textil. Es decir que si al momento de una inspección el mismo no se encontrara habilitado, con pagar una multa es suficiente para reanudad el funcionamiento del mismo.
El fiscal indicó que “obviamente, la existencia de talleres habilitados administrativamente no implica que en el lugar no trabajen personas que sean explotadas laboralmente e incluso sean objeto de accionar delictivo y por ende, competencia de la justicia federal”.
Gustavo Vera había realizado una presentación denunciando 170 domicilios donde funcionarían talleres clandestinos. Se encontraron 72 talleres, de los cuales el 96% no tenía la habilitación correspondiente. Las personas que allí se encontraban trabajando son en su mayoría bolivianos y paraguayos, quienes indicaron que concurren en general a la esquina de Cobo y Curapaligüe, del barrio de Flores, para que los explotadores los lleven a los talleres, este lugar es como una especia de mercado humano. |