Fotografía: wikimedia
La infección provocada por este virus y que llevó a la OMS a declarar la emergencia de salud pública está desencadenando una serie de medidas tendientes a paliar la epidemia.
La preocupación sin dudas aumentó ante la sospecha de que el virus podría ser el responsable de provocar enfermedades neurológicas en los recién nacidos, como la microcefalia.
La OMS decidió entonces lanzar una campaña financiera con la que espera recaudar 56 millones de dólares. Según su comunicado, 25 millones estarán destinados a las acciones de la Organización y sus antenas regionales en el continente americano. Los otros 31 millones se distribuirán en las diferentes actividades de las organizaciones asociadas a la agencia sanitaria de Naciones Unidas en lucha contra el virus.
La suma a recaudar parece ser absolutamente irrisoria frente al nivel de desastre humano que el virus podría generar. La propia OMS reconoció el martes que si se confirma la probable relación entre el zika con la microcefalia o el desorden neurológico conocido como síndrome Guillain-Barré, las consecuencias humanas y sociales para la treintena de países afectados serán "impactantes".
La OMS suele elaborar planes para que los países, sobre todo aquellos en desarrollo, puedan financiar sus sistemas de salud.
Muchos de estos planes no son más que una serie de medidas que deberán tomar los países para alcanzar lo que ellos denominan “la cobertura sanitaria universal”. Traducido al lenguaje diario, serían las acciones que se deberían tomar desde el Estado para que todos los habitantes de un país puedan tener acceso a la salud independientemente de su nivel de ingresos.
Así como presenta planes, también elabora informes. En uno de ellos, este organismo internacional reveló que 400 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud esenciales y que el 6% de los habitantes de los países en desarrollo se ven abocados a la extrema pobreza por culpa de los gastos sanitarios.
Lo llamativo de esta presentación es que fue redactada de manera conjunta con el Grupo del Banco Mundial, cuyos accionistas principales son Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.
Suena paradójico entonces que los gobiernos responsables de generar los mayores endeudamientos en países en desarrollo como la Argentina, cuya consecuencia inmediata es que miles de personas vivan en situación de extrema pobreza, sean a su vez los impulsores y garantes, mediante sus contribuciones, de revertir esta situación.
Es casi pueril entonces creer que esta super colecta en manos de la OMS contribuirá a paliar la epidemia por zika. Posiblemente sea solo una cortina de humo, para que mientras tanto los grandes países capitalistas, al igual que el mosquito Aedes aegypti, sigan viviendo a costa de los sectores más vulnerables. |