Entrevista, vía e-mail, con el prolífico y multimediático artista (compositor y cantante, performer, poeta y artista visual) Arnaldo Antunes, ex-miembro de la banda de rock Titãs, e integrante junto a Marisa Monte y Carlinhos Brown del trío Tribalistas –con un único y celebradísimo disco, publicado en 2002, ganador de un premio Grammy al año siguiente–. De su extensa discografía, que comienza con Nome (1993), se pueden mencionar también O silêncio (1996), Umsom (1998), Paradeiro (2001), Saiba (2004), Qualquer (2006) y Disco (2013), además de varios registros en vivo y parcerias, colaboraciones y apariciones en diversos trabajos de otros artistas y en antologías. (Todo esto puede ser escuchado en la misma página web del artista, en la sección correspondiente)
Sus últimos libros –con uno, el primero, recientemente publicado en nuestro país–, muestras y exposiciones, sus opiniones acerca de diversos artistas y escritores del Brasil, y su nuevo disco, Já É (que tiene su primer video-clip de promoción), son algunos de los temas extensamente tratados aquí.
Arnaldo, para comenzar, quiero preguntarte por Palabra desorden, la antología que publicó Caja negra en Argentina, con tus poemas y caligrafías. Vos estuviste directamente involucrado en el proceso de traducción y edición del libro, ¿cómo fue ese proceso de trabajo?¿Qué “sentido” quisieron darle a la compilación? ¿Te han llegado repercusiones?
El impulso inicial para la realización de esta antología partió, hace muchos años, de Ivana Vollaro, a quien conocí en San Pablo y de quien luego quedé como amigo, allá por los años 1990. Ella tiene un trabajo muy interesante de poesía asociada a las artes visuales. Fue de ella que salió la propuesta de comenzar a traducir mi poesía y, para eso, invitó al poeta Reynaldo Jiménez, que conocí a través de la revista TséTsé, que se editaba allá en Buenos Aires. Y comencé a seguir también con mucho aprecio y admiración el trabajo de él como poeta y traductor. Los dos juntos comenzaron a traducir mis poemas. Me los iban enviando por e-mail y yo comentaba y hacía sugerencias. Cuando reunieron un conjunto relevante, aproveché un viaje mío a Buenos Aires para reunirnos los tres en la casa de Rey, y decidimos juntos las opciones (teniendo en cuenta no sólo una selección significativa de mis poemas publicados en varios libros, sino también escogiendo aquellos en los que las traducciones alcanzaban un mejor resultado) y las soluciones. Quedé muy contento con el resultado final. De ahí pasaron algunos años, hasta que Caja Negra se interesó por el proyecto y finalmente lo editó. Antes de eso, fue lanzada en España una versión de esa antología con algunas pocas diferencias (tapa, arte gráfico y unas pocas adaptaciones para el castellano de allá), con el título Instanto, por Kriller71ediciones. Pero no era una edición bilingüe, como esta de ahora, de Caja Negra. Hicimos un lanzamiento de Palabra desorden en Buenos Aires, en la Feria del Libro, presentando una charla mía con Gonzalo Aguilar (autor del prefacio del libro) y con el público. Fue especialmente gratificante, ya que la misma noche presenté también un show. Son raras las ocasiones en que puedo mostrar, en un mismo evento, la relación entre mi producción poética en papel y en las canciones. Después, ya en Brasil, recibí algunos artículos muy buenos que salieron en Argentina comentando el libro.
Tu poesía tiene trazos de la poesía concreta (el “aspecto visual”, los diversos desarrollos de la “ocupación espacial”, el “diseño” de las letras y palabras, entre otros). Incluso has realizado proyectos en común con los concretos, como Augusto de Campos (pienso, por ejemplo, en el libro sobre Rimbaud). ¿Considerás tu trabajo poético de alguna manera “heredero” o “continuador” del movimiento concreto?
La poesía concreta y sus desdoblamientos en la obra posterior, más individualizada, de sus participantes (Augusto de Campos, Haroldo de Campos, Décio Pignatari, Ronaldo Azeredo, José Lino Grunwald, entre otros), fue un baño de rigor, libertad, radicalidad, experimentación, consciencia de lenguaje, exploración de las interfaces de la poesía con la música y las artes visuales, exploración de nuevos territorios tecnológicos para la creación poética, fragmentación de las estructuras sintácticas convencionales, introducción de autores extranjeros de linaje experimental y rescate de otros brasileños indebidamente olvidados (vía traducciones creativas y producción ensayística), entre otros aspectos. Es natural que, a pesar de haber sufrido mucha resistencia y ataques de algunos medios culturales, ella viniese a influenciar a gran parte de los artistas de generaciones posteriores, como en mi caso. Pero considero equivocado pensar mi poesía en términos de filiaciones a movimientos, veo la producción contemporánea de manera más múltiple. Considero con enorme felicidad haberme aproximado a ellos también personalmente, en amistad y en algunas colaboraciones creativas –creaciones gráficas en el libro Rimbaud Livre, de Augusto, arte finalización de algunos poemas de Décio, co-edición de revistas en las que ellos participaron, producción del CD de lecturas de Galáxias, de Haroldo, presentaciones conjuntas con ellos en performances en vivo (espectáculo Ouver) y en una muestra de proyecciones de poemas en movimiento, con rayo láser, sobre predios de San Pablo.
Llevás más de 30 años publicando poesía, y tu biografía cuenta que tu primer poema lo escribiste en 1973, cuando tenías 13 años. Por lo tanto, tu relación con este arte viene de larga data. ¿Qué cambió y qué se mantiene desde aquella experiencia de escribir en la adolescencia y escribir ahora, varias décadas después?
Creo que se mantiene la curiosidad; el deseo de explorar materialmente el lenguaje, llegando algunas veces a corromper sus aspectos gramaticales en busca de efectos expresivos; el extrañamiento; la búsqueda de precisión; el descubrimiento; el impulso de definir prismáticamente las cosas, enfocándolas desde varios ángulos (“las cosas tienen olor, masa, volumen, tamaño, tiempo, forma, color...”); la relación entre las palabras, la música y las artes visuales; el gusto por el aspecto lúdico de la poesía y el deseo de evidenciar lo que existe pero no es comúnmente visto. Eso hace que, para mí, la poesía sea siempre una aventura. No la uso como un know-how que me garantiza que conseguiré hacer el próximo poema. Es como si siempre estuviese partiendo de cero.
Te pregunto por el mismo Augusto de Campos. ¿Pudiste leer su más reciente libro, Outro? ¿Podrás hacer una reflexión sobre ese nuevo libro y/o más en general sobre la obra de Augusto?
Lo que más me impresiona del trabajo de Augusto es la manera en que él está siempre renovándose; descubriendo maneras originales de trabajar el lenguaje; abriendo otras formas de aprehensión que alteran nuestra conciencia y sensibilidad; buscando siempre nuevas soluciones, lo que lo llevan a límites extremos del lenguaje, en vez de acomodarse a los descubrimientos ya realizados. Esa inquietud confiere a su obra un frescor y una juventud constantes, aun con más de ochenta años de edad. Outro es un ejemplo más de eso.
También quiero preguntarte por la obra de alguien que ha hecho alguna parceria con vos, y que ha sido recientemente traducido al castellano y publicado en nuestro país: Nuno Ramos, y su novela O.
Conozco a Nuno desde el colegio (estudiábamos en la misma clase). Somos amigos desde entonces, y él se transformó en mi cuñado (está casado con mi hermana). Admiro mucho la obra visual de él, los libros y también las canciones (que poca gente conoce, pero ya fueron grabadas por Gal Costa, Mariana Aydar, Rômulo Fróes, entre otros). O es un buceo profundo y embriagador en los límites entre prosa y poesía. Un libro voraz, que parece querer engullir el mundo con el lenguaje.
Te pido ahora algún recuerdo de Paulo Leminski.
Leminski fue uno de esos artistas que actuaron en varios frentes (prosa, poesía, poemas visuales, ensayos, biografías, canciones, columnas en diarios, escenas en programas de TV, judo, traducciones, edición de revistas, etc.), como Torquato Neto y Waly Salomão, sus contemporáneos. O como también su compañera de vida, Alice Ruiz. Tenía una intensidad encendida de quien vive la poesía todo el tiempo. Conocía bien los clásicos y subvertía lenguaje y comportamiento; establecía un cierto puente entre la cultura “culta” y la contracultura. Amaba al mismo tiempo a Homero y al punk rock, traducía haikus y escribía guiones de comics eróticos. Y tenía una coloquialidad informal, por medio de la cual parecía tratar al lector como cómplice; uncompinche de sus aventuras de lenguaje y de vida. El poema de las páginas 54 y 55 de Palabra desorden lo dediqué a la memoria de él, en la edición original (del libro Tudos).
Quiero saber tu opinión sobre la llamada “literatura marginal” e instancias eventos como los saraus y Balada Literária, organizada por Marcelino Freire. ¿Cómo ves estos fenómenos que son a la vez artísticos, culturales, sociales y políticos?
Lo más interesante es que las periferias de las grandes ciudades, con todos sus problemas de pobreza y violencia, comienzan a mostrar una voz propia muy potente, que podemos identificar, por ejemplo, en los rap de los Racionais o los de Inquérito, en las novelas de Ferréz o de Paulo Lins, en los saraus de poesía de Cooperifa, en el funk, en el hip hop, en los grafitis. Y esa voz comienza a hacerse escuchar en todos los sectores de la sociedad.
¿Hay otras “corrientes literarias” o eventos actualmente en el Brasil que conozcas y quieras comentar o destacar?
Recientemente la Caixa Cultural de Río de Janeiro presentó una muestra conmemorativa de los 40 años de la revista Arteria, editada por Paulo Miranda y Omar Khouri (Nomuque ediciones), uno de los vehículos más importantes en la divulgación de poesía visual de las últimas décadas (al lado de otras revistas históricas como Código, Muda, Navilouca, Pólem). Esa muestra reunió la producción de varios colaboradores como Julio Mendonça, Lenora de Barros, Walter Silveira, TadeuJungle, Sonia Fontanezi, André Vallias, João Bandeira, entre muchos otros, junto a los protagonistas históricos de la poesía concreta como Augusto e Haroldo de Campos, DécioPignatariy Edgard Braga; formando un cuerpo muy representativo de la poesía más experimental que se hizo (y se hace) por aquí en las últimas décadas.
¿Qué estás leyendo actualmente? (En particular, se me ocurre preguntarte por las dos últimas novelas del cubano Leonardo Padura que sacó Boitempo recientemente y que han tenido bastante repercusión en Brasil.)
Terminé de leer Disposições Amoráveis, compilación de conversaciones de Gilberto Gil con varias personalidades como Marina Silva, Luiz Eduardo Soares, Leonardo Boff, Fritjof Capra, Jorge Mautner, Lula, Fernando Henrique Cardoso, Pierre Levy, entre otros, organizado por Ana de Oliveira (quien también participa de todas las conversaciones). El discurso de Gil, siempre original y estimulante, además de muy equilibrado y con varios insights poéticos, pasa por la cultura, la política, la filosofía, la música, la ciudadanía, la ecología, la religiosidad, los medios digitales y otros temas actuales o eternos. Ahora estoy leyendo con mucho gusto la novela Anatomia do Paraíso, de Beatriz Bracher. Leí El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura, y me gustó mucho. Es increíble cómo él consigue sumar una investigación histórica seria y profunda a una narrativa de suspenso muy bien estructurada, que atrapa nuestra atención desde el inicio al fin.
¿Y literatura argentina?
Actualmente no vengo acompañando mucho la producción literaria de allí, pero estoy siempre volviendo a frecuentar las obras de Oliverio Girondo, Borges y Cortázar.
Se publicó un nuevo libro tuyo en Brasil. ¿De qué se trata?
Es un nuevo volumen de poemas, Agora Aqui Ninguém Precisa de Si, lanzado hace algunos meses por Companhia das Letras. El último antes de este había sido n.d.a. (abreviación de “nenhuma das alternativas”). Lancé también, en 2014, un nuevo volumen de ensayos críticos por la editorial Iluminarias, llamado Outros 40. En 2000 yo había lanzado el volumen 40 Escritos (ahora también reeditado), que reunía una producción dispersa de artículos publicados en diarios y revistas, lanzamientos de discos, textos de presentación de exposiciones, prefacios de libros, etc., publicados entre 1981 y 2000. Outros 40 reúne la producción del año 2000 para acá. Los dos volúmenes fueron compilados y editados por João Bandeira.
Pasando al tema de las artes visuales, quería preguntarte por las últimas muestras de tus trabajos, incluyendo Palavra en Movimento.
En 2014 presenté en Río de Janeiro una exposición llamada O Interno Exterior, compuesta por cajas de metal con ventanas abiertas para monitores de video con animaciones de fotos de letreros, carteles, placas de señalizaciones, outdoors, pixações [caligrafías, pintadas, manchas callejeras] y otras inscripciones textuales que fui fotografiando, en los últimos 20 años, en las ciudades por donde pasaba y que me llamaban la atención. Fui estableciendo campos semánticos comunes, a través de analogías entre esas frases, palabras o íconos; creando un vocabulario traído del mundo exterior, para tratar cuestiones interiores. Agrupé esas fotos en animaciones donde ellas se suceden a velocidades diferentes en cada monitor. Ellas son mostradas simultáneamente en esas telas agrupadas en cajas de metal. La curaduría de esa exposición fue hecha por Daniel Ranger, con quien ya había trabajado en la exposición Luz Escrita (trabajo conjunto con Walter Silveira y Fernando Laszlo, exhibido en Salvador, Río de Janeiro, Brasilia, en los últimos años). Ahí surgió la invitación del Centro Cultural dos Correios de San Pablo, para hacer una exposición más abarcadora de mis trabajos poético-visuales e invité nuevamente a Daniel para hacer la curaduría. Reunimos una producción realizada en los últimos treinta años (el trabajo más antiguo, Oráculo, es de 1980 a 82 y el más reciente, Interno Exterior, de 2014). Ella contiene objetos,videos, instalaciones, audios, caligrafías, trabajos gráficos y collages, siempre buscando nuevos soportes para la significación poética. Palavraem Movimento ganó el premio de obra gráfica de 2015, de APCA, y ya recorrió, después de San Pablo, Brasilia y Salvador. En marzo del año que viene va a ser inaugurada en Rio de Janeiro.
También lanzaste un disco llamado Já É. Y fue después de una serie de viajes que hiciste –viajes de descanso– por diversos países, y que incluyó la India. ¿Cómo fue esa experiencia de viajar & descansar& componer?
Acostumbro componer bastante cuando estoy de vacaciones. En los viajes, la quiebra de la rutina, la fuga de los compromisos cotidianos, crean un estado de disponibilidad emocional propicio para la creación. Pero nunca había tenido vacaciones de más de un mes por año. Esta vez, después de una secuencia de muchos lanzamientos y giras los últimos años, me di el derecho de parar todo por cinco meses.Viajé bastante y acabé componiendo casi todo el repertorio de Já É en ese período (pocos temas son anteriores). El viaje a India fue especialmente inspirador (los olores, colores, sabores, música, cultura, espiritualidad) y acabó dando el tono de la temática general que permea al álbum, del que el título (una expresión que apunta también hacia un sentido de atención al instante) ya es una señal. Por eso definimosponer las fotos de ese viaje en el encarte.
El productor de tu disco fue Kassin. ¿Cómo fue la experiencia con él?
Admiro desde hace mucho tiempo el trabajo de Kassin como músico y como productor. Pero aún no había tenido la oportunidad de trabajar con él. Y la experiencia fue maravillosa. Con sugerencias muy pertinentes e inventivas, muy abierto y sin preconceptos con nada (timbres, procedimientos, arreglos) dejándome mucho a voluntad en el estudio.
¿Cómo conviven en vos los diversos “lenguajes” artísticos? ¿Cómo sabés si lo que surge en determinado momento será una obra visual, o sonora (canción), o del orden de la significación (poesía); o incluso algún (re)mix de ellos?
En general, el proceso de hechura ya apunta a un destino –si aquello va a ser un poema, un trabajo gráfico, una animación, una canción–. Esto porque cada medio tiene sus especificidades. Pero, como está ese territorio común (la palabra) en todo lo que produzco, acaba ocurriendo también mucho tránsito y migración de un lenguaje hacia otro. Así, hay canciones o partes de canciones que generaron poemas visuales, poemas e incluso poemas en prosa que fueron musicalizados y grabados posteriormente a su publicación, videos que fueron animados a partir de poemas o canciones, versiones diferentes de poemas, caligrafiados o compuestos en tipos, transformados en objetos o instalaciones, etc.
Para finalizar: ¿Cómo siguen tus planes más inmediatos? ¿Se viene alguna serie de recitales presentando el nuevo disco? (¿Incluiría a la Argentina?) ¿Tenés invitaciones para parcerias con otros artistas?
2015 fue un año en el que lancé muchas cosas al mismo tiempo, después de unas vacaciones prolongadas. El libro, la exposición, el disco es la estrella del show nuevo, además del video-clip y de algunas colaboraciones que fueron grabadas por otros artistas (Gal Costa, Ana Cañas, Jota Quest). Ahora, entretanto, estoy sin planes futuros, queriendo solamente salir con el show de Já É. Espero poder llevarlo también a la Argentina. |