Las elecciones se adelantaron más de un mes luego de que fuera reinstalada en su puesto la trabajadora despedida Analía Portillo. La justicia ordenó su reinstalación producto de una gran campaña que incluyó movilizaciones, presentaciones al Ministerio de Trabajo y a la justicia. Fernando Luna y Gustavo Michel, ambos trabajadores de la refinería y militantes del PTS se encuentran a la espera de un dictamen judicial favorable para volver a ingresar a la planta.
Ellos fueron impulsores de la Lista Naranja en las elecciones de 2012 del Sindicato del Petróleo, Gas Privado y Bio-combustibles de Avellaneda, cuya conducción está en manos de Alberto Roberti mano de derecha de Sergio Massa en la Cámara de Diputados. En aquel momento las medidas disciplinarias contra los miembros de la lista Naranja no pasaron de la proscripción. Pero luego del triunfo fraudulento de la actual comisión interna (fraude que fue reconocido por el Ministerio de Trabajo), la burocracia se puso de acuerdo con la empresa para hacer tronar el escarmiento.
El golpe llego el 30 de abril del corriente año. Nueve despidos, en su mayoría impulsores de la Lista Naranja y activistas que se referenciaban en ella. La comisión interna no los defendió y ni organizo medida alguna. Los trabajadores repudiaron su accionar en las recientes elecciones mediante un ausentismo masivo. Cerrada la elección, de los más de trescientos trabajadores efectivos empadronados, no había votado prácticamente nadie. La Izquierda Diario confirmó que cuando los candidatos pasaban por los distintos sectores de la refinería para llamar a sus compañeros a votar, no lograban llevar a ninguno. Comenzaba a agarrarles la desesperación
Burocracias que responden a políticos supuestamente tan distintos como Cristina Kirchner o a Sergio Massa se dan la mano debajo de la mesa para sellar un pacto que, al menos, maquille el papelón: los candidatos de la interna fueron a buscar a trabajadores tercerizados para llevarlos a votar, a pesar de que ellos se encuentran en su inmensa mayoría bajo el convenio de la UOCRA. En la defensa de sus posiciones de poder, la burocracia la única bandera que levanta es la de su propio beneficio. La ganadora Celeste y Blanca ha renovado su mandato, pero los dos años precedentes al frente de la Interna no ha hecho nada para mejorar las condiciones salariales y de trabajo de los tercerizados, que trabajan a veces por menos de la mitad de un trabajador efectivo y se encuentran condenados a realizar las tareas mas penosas y de mayor riesgo.
Los números presentados por la lista triunfante según los trabajadores de Shell, no reflejan la realidad. Dicen que votaron más de 150 personas (incluidos los tercerizados) pero el personal efectivo de la empresa no participó de la elección. El despedido Fernando Luna declaró: “ha quedado mas demostrado que esta interna no puede sostenerse de otra forma que no sea el fraude. Se acuerdan de los tercerizados para votar pero no hicieron nada por ellos durante los últimos dos años y los utilizan para querer tapar el sol con las manos”.
A Fernando Luna y a Gustavo Michel, que siguen a la espera para volver al trabajo que realizaron por ocho y seis años respectivamente, se los ve optimistas: “A nosotros nos da fuerza el apoyo que conseguimos de los compañeros, fueron mas los que firmaron el petitorio de repudio de la fraudulenta elección que los que realmente fueron a votar. El sindicato está nervioso porque sabe que en cualquier momento nosotros podemos volver a la planta y que la cosa está cambiando. Los compañeros ya saben que de la mano de estos tipos no pueden conseguir nada y que a la primera de cambio los van a entregar como hicieron con nosotros. Tenemos una enorme responsabilidad de poner en pie a los petroleros de Dock Sud y no vamos a bajar los brazos. La reincorporación de Analía fue un primer paso y vamos a seguir la pelea por el derecho a la democracia sindical y a la libre organización de los compañeros aunque esto no le guste ni a Roberti, ni a Juan José Aranguren, el CEO de Shell”. | 
