La economía brasilera atraviesa hace casi dos años una fuerte recesión económica, combinada con crisis políticas del gobierno por los casos de corrupción. Ayer Moody’s Investors Services, decidió informar que rebajaba la calificación de la deuda del país carioca a un "grado especulativo".
A partir de esta medida la deuda brasilera retrocede dos escalones hasta el calificativo "Ba2", que significa para Moodys una calidad de crédito cuestionable. Este nuevo golpe, se da a pocos días del recorte de Standar & Poor’s a la deuda pasando de "BB" a"BB+". La misma decisión tomaba la agencia Fitch en diciembre pasado, al calificarla como "bono basura".
Los recortes en rating se dan en momentos en que la mayor economía latinoamericana sufre su peor recesión en décadas. Al respecto Moody’s dijo que el panorama sobre las calificaciones de bonos de Brasil era negativo ante las perspectivas de un mayor deterioro de las condiciones para el pago de su deuda, en medio de la aguda crisis económica y el riesgo de turbulencias externas que asedian al país.
La decisión de Moody’s constituye un revés para la gestión de la presidenta Dilma Rousseff. Desde el Ministerio de Hacienda declaraban que el reciente recorte de la calificación no afectaba el compromiso del Gobierno para continuar aplicando los ajustes fiscales.
Moody’s dijo que el progreso de Brasil en la consolidación fiscal será lento y que el crecimiento de su economía será anímico en los próximos dos a tres años. La agencia advirtió que la deuda fiscal del país posiblemente llegará al 80 por ciento de Producto Interno Bruto (PIB) en el transcurso de tres años.
Los mercados reaccionaron rápidamente frente a la noticia, y en la bolsa paulista el índice de acciones brasileñas Bovespa bajaba más de 3 por ciento, mientras que el real también se debilitaba, en medio de una jornada de pérdidas para los mercados internacionales.
La difícil situación de la economía de Brasil, enmarcada en una desaceleración del crecimiento de los BRICS dado principalmente por el fin de ciclo de las materias primas y las consecuencias de la crisis económica mundial, es innegable. Pero no puede hacernos olvidar que quienes hoy se encargan de “calificar” el riesgo de créditos y deudas soberanas como Moody´s tuvieron una gran responsabilidad frente al estallido de las burbujas inmobiliarias en Estados Unidos, sobre calificando bonos basura por ejemplo. Que las mismas agencias recicladas continúen asignado calificaciones y categorías de inversión, resulta poco serio. | 
